"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Deuteronomio 10.12 “Ahora, pues, Israel, ¿qué pide de ti Jehová, tu Dios, sino que temas a Jehová, tu Dios, que andes en todos sus caminos, que ames y sirvas a Jehová, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, 13 que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos…”. Me he detenido en este pasaje porque realmente requiere que lo miremos y lo atesoremos. ¿Qué pide Dios de ti?
Depender de Dios es obediencia. Obedecer nos mueve a complacer a Dios en todo. Eso nos lleva a dedicarnos totalmente a Dios. Esta actitud y manera de vivir adorando a Dios provocará que vivamos en prosperidad. Estoy hablando de plenitud de vida en el bien que Dios nos ha dado. Son cinco requisitos para una vida íntima y personal con Dios. Cada demanda expresa la manera en que debemos vivir para Dios. ¿Qué no estás haciendo? Dios nos amó y su exigencia es que le amemos. ¿Lo que nos pide Dios, lo podemos hacer? ¿Qué es lo que no nos deja caminar en confianza delante de Dios? Presenta cada área de esta relación con Dios en oración y evalúa cómo la vives delante de él. ¿Temes a Dios? Hay quienes dicen que le creen pero no andan y mucho menos le sirven. La dedicación es total. ¿Le amas como dices? Seremos verdaderamente discípulos si guardamos sus mandamientos. ¿Qué hemos dejado? Oremos: Dios de amor y misericordias. Tu amor por cada uno de nosotros es lo que hace que temamos a tu presencia, que andemos en tus caminos, que te amemos, que te sirvamos, que guardemos tu Palabra, pero sobre todas las cosas que seas nuestro Dios. En el nombre de Jesús, ayúdanos para que, cada día, podamos vivir tus exigencias. Amén.
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Salmo 7.10 El salmista decía: “Mi escudo está en Dios”. Esa es la razón por la que su confianza estaba en Dios. Si nuestro escudo está en Dios nada nos puede sacudir. Pueden llegar los dardos pero no nos podrán hacer daño porque nuestro escudo está en Dios. En Dios encontramos nuestro protector. Escudo significa defensa. Cuando llegue cualquier circunstancia a tu vida no olvides quién es tu escudo. Confía en su poderosa protección y sigue la batalla que enfrentas porque de seguro vencerás. Oremos: Dios que cuidas a la humanidad como cuidaste a México en estos días. Así como cuidas nuestro país ante toda crisis sé que nos protegerás. Los pronósticos eran una gran sequía hasta principios del 2016 pero nos afirmamos en que eres más grande que nuestros conceptos y palabras. Hoy nos afirmamos en que eres nuestro escudo eterno. No importa la batalla que esté enfrentando me levanto en la fe que tengo en ti. Tú eres mi escudo y siempre estaré protegido. En el nombre de Jesús, amén.
Isaías 48.17 Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir. Dios es el mismo ayer y hoy. Su mensaje siempre ha encarnado en verdad. Es Redentor tuyo, el Santo de Israel. En su expresión hay validez de lo que hace. “Yo soy Jehová Dios tuyo”. Si Dios es tu Redentor también será quien te instruya, quien te guíes. NO puede guiarme quien no considero mi libertador. Dios te va a enseñar provechosamente. El fracaso de muchas familias, matrimonios está en que no se dejan guiar. Cuidado con lo que puede quitarte del camino. Dios instruye y fortalece en la aflicción. Dios nos enseña a sobreponernos a las aflicciones y sacar provecho de ellas. Es por eso que su enseñanza es provechosa. Dios ilumina tu camino y te conduce a través de él. La enseñanza provechosa de Dios es para nuestra santidad. Nos daremos cuenta que hemos crecido en la fe cuando escuchemos el buen consejo de Dios. Cuando entendamos que si hay un camino que debemos seguir debe haber otro que no. ¡Ten cuidado! El enemigo quiere verte derrotado pero Dios quiere que andes por el camino que debes seguir. ¿Te dejas llevar o te dejas encaminar por Dios? Oremos: Gracias Señor y Redentor. Tú eres mi Dios y yo sé que todo lo que quieres para mi es provechoso. El camino por el cual ando que nunca esté falto de tu Palabra para que mis pies no tropiecen. En el nombre de Jesús, amén. "Y no desmaye vuestro corazón, ni temáis a causa del rumor que se oirá por la tierra";[1]
En ocasiones el desmayo en una Carrera es por el calor. En otras parte por la falta de fuerzas y así sucesivamente. En la vida cristiana por lo que oímos, por lo que vemos, por lo que nos ocurre, etc. La palabra nos exhorta a no desmayar desde el corazón. Eso es así porque del corazón mana la vida. Si en nuestro corazón hay desánimo seremos incapaces de alcanzar las promesas que Dios nos ha hecho. Es Dios el motivo por el que seguimos caminando. Los rumores pueden desestabilizar hasta nuestra mirada. No se desaliente su vida a causa de un rumor porque un rumor es eso mismo. Confíe en el Señor y aliéntese su corazón y no tenga miedo. En la tierra siempre escucharemos rumores pero no es la razón para desmayar. Así que a seguir caminando. Tienes vida y eso implica seguir caminando y no desmayar. Oremos: Dios de toda vida. Dios que guía y sustenta. Que mi corazón nunca desmaye. Los rumores que hay en la tierra no harán que desmayemos porque Dios está con nosotros. La Palabra de Dios es real y no un rumor en la tierra. En tu nombre, Jesús, amén. [1] Reina Valera Revisada (1960). (1998). (Jr 51.46). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas. 9Y dijo Elí a Samuel: …y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye[1]. Dios siempre habla pero la pregunta es ¿le queremos escuchar? Viene Dios hablando constantemente pero no asumes una postura de obediencia. Ahora es más fácil decir: “Dios has silencio que tengo muchas cosas que decirte para que me las cumplas”. Que nunca perdamos la capacidad de escuchar en una sociedad donde los medios de comunicación son la orden del día. Hablamos mucho y escuchamos poco. Dios no nos dio un oído nos dio dos y una sola boca. Así es que nuestro deber es escuchar más la voz de Dios. ¿Es que hablamos por nuestras capacidades? ¿Es que nos predicamos nosotros? ¿Es que ya Dios no habla? ¿Será que no lo queremos escuchar? ¿Lo que estás haciendo es de Dios? Oremos: Dios de la vida y todas las cosas. Delante de ti nos postramos porque seguimos como siervos. Danos discernimiento para siempre escuchar tu voz. En el nombre de Jesús, amén. [1] Reina Valera Revisada (1960). (1998). (1 Sm 3.9). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas. Mateo 14.24
24 Ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas, porque el viento era contrario. Estás en la barca y justo en medio de fuertes azotes de olas, porque el viento es contrario. Estás viviendo agitadamente. Cada azote parece que hundirá tu vida. Todo sale contrario. Estás en medio de la situación y difícil. ¿Dónde estará Jesús? Te dijo que te montaras en esa barca y lo que has recibido en ella es dificultad tras dificultad. No parece que haya esperanza. ¿Cómo saber que Dios está? “…Jesús fue a ellos andando sobre el mar…” (Mt 14.25). Nadie espera a Jesús caminando sobre el mar engravecido. Jesús camina sobre ese mar que está azotando tu barca. El viento es contrario pero Jesús viene hacia ti contra todo viento. ¿No le parece esperanzador? En ocasiones, no sentiremos al Señor como nosotros deseamos. Su presencia puede ser confundida por ilusiones, fantasmas o mentiras porque asumimos que él actuará como entendemos. Quizás los discípulos esperaban que Jesús llegara en una barca, pero Jesús venía y viene caminando sobre todo viento contrario y ola que azota tu vida. El Señor se va a mostrar como él quiere. Te dirá: “ánimo, Soy yo, no temas”. Ciertamente las tormentas y lo que no conocemos puede darnos temor, pero lo que no puede darte temor es ver al Señor diciendo: “no temas”. ¿Por qué dudas? Hay una mano tendida que no permitirá que te hundas por grande que sea tu tormenta. Es tiempo de que “disciernas lo esencial de lo accidental “Emma Martínez”. Aprovecha los vientos y deja que se lleven lo que ya no funciona en tu vida y deja que las olas que azotan limpien lo que está lleno de limo. No te preocupes por los vientos contrarios porque servirán para fortalecer tu capacidad de enfrentar la vida. No temas, los vientos y las olas pasarán pero Jesús no dejará de acercarse a ti en cada tormenta. Vendrán más vientos, más olas pero el Señor siempre se hará presente para dirigir tu embarcación. Oremos: Dios y Padre bueno. Te alabamos y te exaltamos. ¿Qué hacer sin ti? Desde que me monté en el viaje de la vida contigo he procurado afirmar cada paso en fe. Estar contigo es confiar en tu cuidado cuando los vientos son contrarios. La tormenta que vivieron los discípulos trajo como consecuencia que pudieran verte. Cabe decirte Señor Jesús que podamos verte en medio de nuestras tormentas. Que podamos discernir lo esencial (Jesús) de lo accidental (los vientos contrarios y las olas). No importa por dónde, ni cómo vengas sino que estés cerca de nosotros. En el nombre de Jesús, amén. Proverbios 14.30 “…Mas la envidia es carcoma de los huesos”. La mirada mal intencionada, mirar con malos ojos, son maneras de expresar la envidia. Se considera la envidia el deseo de la posesión del otro/otra. Es también definido por querer lo que tiene el otro. Dicho sea de paso, puede implicar celos. Es también codiciar. La codicia es un pecado bastante antiguo. Desde el latín es Invidere que es mirar con enemistad. ¿Esto pasa en la iglesia? ¿Cómo? Hermanos y hermanas en la viña del Señor hay de todo. El enemigo vino a destruir no se le puede olvidar. A Jesús lo entregaron por envidia. Pilato sabía que lo habían entregado por envidia y por ello deja que el pueblo escoja a quién libertar. No se deje engañar por el enemigo. Cuando la gente comience a considerar que es mejor que el otro tocando, que es mejor que el otro cantando, que es mejor que el otro predicando, que es mejor que el otro haciendo cualquier otra cosa en la iglesia ya tiene altivez. Detrás de la altivez viene la caída. En la envidia no hay amor. Si este espíritu está en la iglesia hay que reprenderlo. En estos tiempos de asambleas en los que los puestos son atractivos tengamos cuidado. La posición de quienes estamos en la iglesia no se mide por el cargo sino por el servicio. Lamento decirle que si está en una posición porque lo ven o porque le da poder ud debe renunciar. Estamos en las posiciones donde Dios nos ha puesto porque vamos a servir no a ser servidos. Cuando hay envidia hay vacíos emocionales. La gente se siente insegura. ¿Se imagina dos hermanos peleando por quién toca mejor, canta mejor, predica mejor? Eso quiere el diablo que peleemos entre nosotros. ¡Nooooo! No permita que el enemigo siembre en su corazón la envidia. El envidioso es absorbente porque todo lo quiere para ella/él. Quien esté lleno de envidia en la iglesia debe convertirse y pedirle perdón a Dios para que el Espíritu venga sobre él y llene ese vacío de inseguridad. Cuando Cristo habita en nuestro corazón no hay lugar para la envidia sino para la hermandad. Se dice: “hagamos esto para agradar a Dios no a los humanos”. Este culto no queda bien porque usted predique bien, o cante bien, o toque bien sino porque tiene la presencia de Dios. ¿Tiene envidia? Entonces, le daré un consejo, ¡ORE, ORE Y ORE! Somos del Señor Jesús no del señor diablo, por lo tanto, estamos llamados a servir con amor y hermandad. Oremos: Dios bueno y misericordioso. Te alabamos y te glorificamos. En este tiempo en que estaremos respondiendo a tu llamado, no permitas que la envidia, los celos, la codicia, obras todas de la carne, irrumpan en mi corazón. Necesitamos que tú nos guíes y nos permitas servirte porque toda la gloria es tuya. Que lo que yo haga en la iglesia no sea para agradarme a mi sino a ti y a tu pueblo. En tu nombre, amén. Una advertencia para mi …
Lo que hacemos no se mide por nuestras palabras sino por nuestras acciones. El cristiano sabe que su conversión no es el fin de la vida difícil sino el inicio. Es un camino difícil pero no imposible. Jesús advirtió de ello. He conocido a muchos que son capaces de dar la vida por alguien. Es más los he conocido que me dicen pastor cuente conmigo y no los vuelvo a ver. Otros son de los que dicen: “pastor en lo que necesite”, “no se preocupe”, “eso lo hago yo”, etc. Me recuerdan este pasaje bíblico en Mateo 16.21-23. 21 Desde entonces comenzó Jesús a advertir a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas a manos de los ancianos, de los jefes de los sacerdotes y de los maestros de la ley, y que era necesario que lo mataran y que al tercer día resucitara. 22 Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo: —¡De ninguna manera, Señor! ¡Esto no te sucederá jamás! 23 Jesús se volvió y le dijo a Pedro: —¡Aléjate de mí, Satanás! Quieres hacerme tropezar; no piensas en las cosas de Dios sino en las de los hombres. Jesús advierte lo que va a pasar. No hay duda de lo que enfrentará al final del camino. Entonces, Pedro, lo llevó aparte. Hay que tener cuidado con los que nos dialogan aparte. Siempre tienen agendas ocultas. Así le llamaron aquellos dos discípulos para pedir sentarse a su izquierda y derecha. No dejemos que los que arrastran tras sí agendas que no agradan a Dios nos arrastren. Cumplamos el propósito como Dios lo exige. No podemos eludir lo que es ineludible. Jesús no evadió la cruz. Pedro le insistió que no era posible, que para ¿qué iba a hacer eso? Incluso le deja saber que no pasaría. Eso no puede pasar, según Pedro. Jesús se da cuenta de sus intenciones y lo reprende “aléjate de mí, Satanás”. Jesús le dijo eso a Pedro no porque Pedro fuera el diablo sino porque Satanás significa – adversario, quien se opone – por lo tanto, Pedro se hizo adversario de Jesús con sus palabras. Jesús le adhiere “quieres hacerme tropezar”. Eso es muy fundamental. Pedro significa “Piedra” y usted tropieza con las piedras en la vida. ¿Qué piedra te hace tropezar? ¿Qué no te deja pensar en las cosas de Dios y sí en las de los humanos? Líderes de la iglesia no le den lugar a quienes quieren que ud no pase por donde Dios les dijo que sí. Hagamos lo que hay que hacer y que Dios nos encamine ante cualquier tropiezo. Que la piedra angular, Jesús, sea el fundamento de nuestras vidas. Pastor/Pastora no permitas que quienes te llaman a sus casas, a reuniones de comida, a cafés diabólicos, a reuniones secretas, etc., sean la voz que escuches. Si Dios quiere que pasemos por la cruz, aunque nos traten de persuadir que no, pasemos porque después habrá una hermosa resurrección. Oremos: Dios y Padre bueno. Te glorificamos y te alabamos. Dirige nuestros pasos. No permitas que las voces humanas sean más fuertes que la tuya en mi corazón. Solo quiero escucharte a ti. No me dejes en medio del camino porque cualquier piedra puede hacerme tropezar. Jesús, gracias por no escuchar a Pedro y hacer la voluntad del Padre. Yo estoy de pie por ti y afirmo mis pasos en tu voluntad aunque sea difícil. Susténtame Espíritu Santo para ser guiado a toda verdad. En el nombre de Jesús, amén. Servir a Dios es el privilegio más grande que podamos tener. Nada de lo que hagamos hará a Dios deudor. Nuestro llamado es hacer lo que hay que hacer con humildad. Por ello dedico esta reflexión a todas nuestras congregaciones. En amor y paz, pastor, José Luis Báez.
¡ A Dios la gloria, siempre a ÉL...!
La posición que tomamos cuando nos convertimos es la de siervos/as. Es una posición que no todos y todas quieren. La mayoría de las veces queremos ser mayordomos o dueños pero jamás siervos. Hay quienes detestan esta palabra porque trae consigo humillación, no es voluntad propia sino a quien pertenecemos, sino una actitud nueva que el discípulo debe aceptar y adoptar. Es una palabra que nos remite al servicio en un ministerio para el Señor. Muchos creen que merecen lo que tienen. Se les ha olvidado que no somos merecedores de nada y que todo es por gracia. Ser siervo no es otra cosa que ser esclavos/as. ¡Sí! Ya le pisé el cayo a dos o tres. Ser siervo es sumisión y por otro lado, honor por haber sido elegidos para el servicio. Jesús escogió ser siervo. ¿Sabe que muchos/muchas no les gusta esta palabra porque les gustan los buenos puestos, los llamados que les hagan resplandecer, los dones que nadie tiene, etc.? Son unos aduladores de sí mismo. Viven pensando que todo se lo merecen y que si pudieran harían lo mismo que Adán y Eva, acariciarían la oportunidad de hacerse dioses. Quien constantemente dice que prefiere eso de ser “amigo” y no siervo es porque ya saben en qué línea están posicionados/as. Prefieren ser amigos porque saben que, no necesariamente, el amigo/la amiga hace la voluntad de a quien le pertenece. Bueno, desde esa perspectiva es muy fácil ser cristiano/a. La gente desea tener una relación con Dios de amistad y no de su voluntad. Que quede claro que no tengo nada con decir que somos amigos/as de Jesús sino en que ello implique no hacer su voluntad. Si ser amigo se remite a no hacer su voluntad ya estoy en total desacuerdo. Jesús vino como siervo para hacer la voluntad de Dios y eso es a lo que estamos llamados/as. El apóstol Pablo ha dicho: “no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús”. Oremos: Dios y Padre de nuestras vidas. Hacer tu voluntad es mi meta diaria. Es mi razón de ser. Cumplir con tu mandato, con realizar el llamado que me has hecho con humildad. Hoy me rindo a ti. Eres mi dueño y en tus brazos me deposito cada día porque es tu voluntad. Ayúdame a cumplirla porque servirte es el privilegio más grande que me has dado. ¡Gracias! En el nombre de Jesús, amén. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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