"... una cosa hago, olvidando ciertamente lo que queda a atrás y extendiéndome a lo que está adelante", Filipenses 3.13

La vida se trata de caminar y para adelante. Muchos/as viven con su pasado y andan con él para todos lados. Hay cosas que es mejor dejarlas atrás y extendernos a lo que está adelante. Es que no podemos seguir en caminos sin opciones. ¿Qué pasado te ha atormentado? ¿Qué sigue estancando tu vida? Lo que hay que hacer es extenderse, cual atleta, a lo que está adelante. Cuando nos extendemos hemos determinado no seguir igual. Dejar el pasado puede liberarte para hacer mejor tu camino. Dios está dispuesto a quitar lo que en tu pasado te atormente pero está en ti soltarlo. Es posible, en el nombre de Jesús, extendernos y no quedarnos postrados en nuestro pasado. Perdónate a ti mismo porque en Jesús ya hay perdón para ti. Si quieres seguir caminando no dejes de creerle a Dios y vuelve a empezar. Reinventa tus días y extiéndete.   

Oremos: Dios que dirige cada mañana. Dejar mi pasado puede ser difícil en mis propias manos pero en las tuyas es una posibilidad ineludible. Camino en tu nombre y me extiendo en tu nombre. Por Cristo Jesús, Señor nuestro, amén. 

"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece", Filipenses 4.13

ver. 2 Corintios 12.9; Gálatas 2.20

Tener fuerzas en Cristo es reconocer cuál es la fuente de nuestra fe. Si tenemos fuerzas es por aquel que es poderoso. Su poder se perfecciona cuando eres débil. Es decir que tu debilidad es el principio del obrar de Dios. De manera que el obrar de Cristo es conforme a las riquezas de su gloria. Esas riquezas son abundantes y no tienen fin. Por lo tanto, el ser fortalecidos en Dios está en la agenda de Dios. Dios puede ser tu fortaleza hoy. El Espíritu de Dios puede fortalecer tu interior. Eso quiere decir que si Dios nos da fuerzas nada detiene nuestros sueños y visiones. Cuando somos fortalecidos por Dios nada resulta imposible. Ese es el resultado de la fe. Las situaciones que te rodean, como las que rodearon al apóstol Pablo, puedes enfrentarlas desde Cristo quien es fortaleza en todo tiempo. Cristo es mayor que cualquier adversidad y obstáculo que puedas enfrentar. Si Cristo es quien te fortalece no dejes de cumplir la voluntad de Dios con gozo. Ningún amigo o visita de gobernante puede ser fortaleza como la que da Cristo. Cristo fortalece en el Espíritu. Una vez Cristo es nuestra fortaleza las autosuficiencias son insuficientes para caminar porque están sumergidas en la fe de quien fortalece la vida. Es que ser fortalecidos en Cristo está sustentado en que "ya no vivo yo sino Cristo en mi". Es vivir en la fe de Jesucristo.

Quiere decir y lo digo para todos y todas que "todo lo puedo en Cristo que me fortalece" no es un texto bonito, trillado o gastado, etc., sino la experiencia de cada creyente debe experimentar todos los días.

Oremos: Si tú, Señor Jesús no fueras mis fuerzas yo no estaría de pie. Sigo caminando y seguiré soñando porque tú me sostienes de tu mano. Me faltan pasos por alcanzar y solo serán totales cuando llegue a tu presencia. Te pido que seas mi sustento mientras camino para que tu fortaleza me permita vivir en el gozo de tu paz ante toda circunstancia. En el nombre de Jesús, amén.

Puedes escribirnos a www.icdcguaraguao.org y te ayudaremos a orar. Déjanos tu petición y si puedes llega a nuestra congregación. ¡Dios te bendiga!

"¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios. Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos", Lucas 12.6-7.

La atención de Dios no es solo para algunos sino para todos. La creación, toda, le pertenece a mi Dios. Hay detrás de todo lo creado un propósito divino. Dios no olvida a nadie. Quizás ustedes dirán que estamos en sequía y que hay crisis económica. Sí y eso es una realidad. También hay multitud de pecado y Dios no nos ha dejado. Lo que experimentamos no está a la distancia de Dios. Dios sabe que estamos en estas circunstancias. Dios no desconoce nada. Nada está olvidado delante de Dios. La palabra de Dios para ti en esta mañana es que si estás vivo, de pie, que si te levantaste, que si puedes ver, que si puedes hablar, estás inmerso en la misericordia de Dios. Jesús dijo: "No temáis, pues más vales tú". Si Dios atiende a los pajarillos y da su alimento es imposible que te olvide a ti. No temas porque Dios no desatiente a su creación y tú eres parte de ello. Cobre ánimo al saber que nada se le escapa a Dios. La lluvia llegará y eso está en su potestad y tiempo. Valora los beneficios de Dios para ti. Hoy Dios te ha colmado de miles de ellas. Dios ama incondicionalmente y su atención es de la misma manera para ti. ¡No temas!

Oremos: Dios, Creador, y Padre de todo lo creado. Tu mereces toda gratitud en esta mañana y te la doy en lo profundo de mi corazón. Tu misericordia me asiste y estoy agradecido. Seguiré utilizando el cubo de agua mientras aprendo a esperar en ti. Oraré y esperaré en la confianza de tu bondad. Si los pajaritos tienen tu atención yo sé que a nosotros también. Cada momento delante de ti me advierte que tú tienes control de todas las cosas. Ayúdame a ver con los ojos de fe lo que los ojos naturales no ven. En el nombre de Jesús, amén.   

En Marcos 54.15 "Y éstos son los de junto al camino: en quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, enseguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones". Vio el trabajo de Satanás "es el que quita la palabra que se sembró...". No tiene otra cosa que hacer. El enemigo anda buscando a quién devorar. Si el método es "tentar" más bien viene a endiablar. Jesús que nos deja su Espíritu Santo es quien Santifica. En Jesús te santificas en el otro ya sabes. El enemigo arroja malos pensamientos y blasfemos, pero tú determinas si entran en tu corazón. Sus dardos son para provocar tus debilidades. Sus maneras son sutiles. NO juegue con el diablo porque no juega. El enemigo vino para quitar o arrancar de ti lo que Dios ya sembró. ¿Quitó el enemigo de ti la Palabra? ¿Arrancó lo que Dios sembró? El enemigo sabe cómo tentarte porque no puede leer, ni conocer tus pensamientos, pero puede esperar la oportunidad para volver a tentarte. Para pescar hay que colocar carnadas en el anzuelo. Usted debe saber que el enemigo espera que ud muerda la carnada. Solo que en ella se contiene el anzuelo. No deje que una "hermosa" carnada sea su destrucción. No todo lo que brilla es oro. Una vez el enemigo sabe que usted mordió el anzuelo le hará creer que usted es libre y le dejará "nadar" pero en algún momento halará el anzuelo y ud no tendrá escapatoria. El enemigo tienta cuando más confiado te sientas. "El que esté bien mire que no caiga". La confianza en que puedes hacer las cosas con tus fuerzas es una oportunidad para el enemigo atacar. "Estén siempre ceñidos vuestros lomos". El enemigo es capaz de utilizar a un pariente para enviarnos la tentación. NO estoy diciendo que su pariente sea el diablo sino que es utilizado. Quiero que sepa que Pedro utilizó palabra de bondad "Señor, ten compasión de ti" para impedir que Jesús fuera a Jerusalén. ¿Quien piensa que eso es una tentación? Aún en buenas intenciones hay que tener discernimiento. También, el enemigo arroja espíritus de codicia y ambición al corazón. No hurte, no engañe, no extorsione, no encubra, no mienta, para proveer a su familia porque es un método del enemigo para destruirte. A Satanás no le importa quién ud sea. No sea crea el más santo, el más lleno del Espíritu, el más grande, etc. porque arrastra al que sea. Ud y yo necesitamos del poder del Espíritu Santo. Lo digo otra vez, Ud y yo necesitamos el poder del Espíritu Santo. A Adán solo le pusieron una simple fruta. ¿Qué nos colocan a nosotros?  ¿Cuál es tu mayor tentación? En la reflexión anterior le decía al Señor JESÚS, úngeme. Necesitamos estar llenos de la unción de Dios para resistir y enfrentar toda tentación. No permitas que el enemigo envenene tus pensamientos. Los ataques del enemigo son continuos y tu relación con Dios debe ser continua. No dejes de orar, de ayunar y leer la Escritura. El enemigo no puede hacer nada en ti pero tú se lo puedes permitir. Afirma tu vida en el Señor Jesús. Acércate cada día a Dios mediante la entrega "niégate a tí mismo toma mi cruz y sígueme".

Repite, si la necesitas: Señor, Jesús, vengo a ti. Tú eres mi Señor y por ello solo tus palabras escucharé. Tú eres mi salvador y por ello solo a ti te serviré. Todo lo que soy es para servirte. Ayúdame cada día a enfrentar mis tiempos. En ti "somos más que vencedores". Sé que el momento difícil llegará y no te pido que lo quites solo dame fuerzas para enfrentarlo. Reprendo, en el nombre de Jesús, toda tentación y afirmo mi vida en tu Camino. Úngeme y guíame a toda verdad. Nada hay en mí que desconozcas. Tú eres mi fortaleza en todo tiempo y en ti está mi confianza. Hoy, rompe el anzuelo que mordí, porque llevaba una carnada que fue atractiva y quedé atrapado. Rompe ese anzuelo en el nombre de Jesús y por su sangre derramada en la cruz. Sangre que limpia de todo pecado y sana mi corazón. Sana mis pensamientos, mis emociones, mi espiritualidad y hazme un ser firme desde las fuerzas de tu Espíritu Santo. En el nombre de Jesús, amén. 

Si realizaste esta oración y quieres aceptar a Jesús o reconciliarte con él repite conmigo: Señor y Dios estoy delante de ti y quiero aceptarte como mi único Salvador. Reconozco que soy comprado/a por tu sangre preciosa. Escribe mi nombre en el libro de la Vida Eterna y no lo borres jamás. De hoy en adelante dame fuerzas para enfrentar mis días. Tú eres Dios y en ti hay nuevas fuerzas cada día. En el nombre de Jesús, amén. 

Puede llegar a nuestra congregación o escribirnos a la página y dejarnos la razón para ayudarle a orar. La Iglesia en que servimos es una iglesia que le acompañará en oración. Si nececita que oremos no espere más.  ¡Que Dios te bendiga! www.icdcguaraguao.org 

¿Sabe que el enemigo no dejará de buscar la forma para destruirte? Quiso hacerlo hasta con Jesús. En la Escritura se registra el momento en que Jesús fue tentado en Lucas 4.1-12. La palabra "tentar" es poner a prueba. El enemigo tiene uno de sus distintivos en la palabra "tentar". Eso es su propósito. Fíjese en Lucas 4.13 (NTV) "Cuando el diablo terminó de tentar a Jesús, lo dejó hasta la siguiente oportunidad". Cada momento es importante delante de Dios. Si descuidas un instante en tu vida el enemigo volverá a atacar. No juegues con el diablo porque él no jugará contigo. Es tiempo de afirmar nuestros pasos y dejar que en medio de toda prueba el Espíritu sea el que nos llene de su poder, como a Jesús. "Entonces Jesús regresó a Galilea lleno del poder del Espíritu Santo...", Lucas 4.14. El enemigo quiere que hagas el mal pero eso estará definido por el que lleves por dentro. El que practica el pecado es del diablo. El método utilizado por Satanás para llevarte a la muerte es la tentación. Jesús ha derrotado al enemigo en la cruz. ¿A qué palabras pondrás oído para que alimenten tu corazón? ¿A las palabras de un derrotado o a las del victorioso?

Jesús es victorioso en la resurrección.

Oremos: Padre Nuestro y Eterno. Dios no me dejes caer en tentación. Dios guía mis pasos. Úngeme y guárdame del mal. Pon en mí un Espíritu de poder. Afirma mis pasos. Aquí estoy Maestro. En el nombre de Jesús, amén. 

Sí tengo la seguridad de que sí llegamos al 2016 Dios continuará con nosotros/as. Sé que pertenezco a Cristo porque le he confesado y porque por medio de su Espíritu Santo he conocido su profundo amor. Es muy cierto que el seguro social ya no va a funcionar Y que quienes tenían su confianza en ello al finalizar sus días de trabajo han quedado o quedarán desprovisto de la oportunidad de discapacitarse. ¿De qué estoy hablando? De lo que es seguro y lo que no lo es. La única seguridad que tengo es que Dios estará hoy y también mañana. Lo demás sólo corre en el tiempo. Conocer a Cristo es lo seguro y eterno. Él Mora en mi, me oye, me responde, me cuida, me da vida y me ha salvado. También tengo la seguridad de que volverá.

Juan 20.31

Oremos: Dios tú eres mi seguro de vida eterna. En ti confio sin desmayar. Guíame y susténtame con tu mano. En tu nombre, amén.

Nos encontramos, como pueblo, en un momento de mucha tensión. Es como estar frente al Mar Rojo y no saber qué hacer. Es un momento que provoca desesperación, pero que adiestra nuestra vida para saber ser mayordomos de todo lo que tenemos. El agua, por ejemplo, la utilizábamos sin ningún tipo de conciencia. Ahora la conservamos y la añoramos. El trabajo era lugar de quejas y malos momentos y ahora se ha tornado en el espacio para ser un buen obrero/a porque hay quienes anhelan trabajar y no han podido. De esa manera podemos encontrar muchas cosas. El mar se agiganta y parece que no hay manera de cruzar. Lo que no debemos olvidar es que Dios lo dividió con su poder. Sin embargo, fue cuando el pueblo siguió la orden de OBEDECER la voz de Dios. El mar que estas enfrentando no es más grande que Dios y te has enfocado en lo que tienes en tu pasado y en lo que es imposible para ti. Dios no te ha pedido que hagas lo imposible sino lo que puedes hacer "MARCHA", sigue caminando. Si el mar está de frente y tu pasado te persigue y no sabes qué camino tomar es tiempo de que levantes tu rostro y marches adelante. Me dirás que el mar está ahí pero es que Dios dijo que marcharas y esa voz dice y todo tiene su lugar. El Salmo 77.19 nos afirma que el "mar es el camino de Dios y sus pisadas no fueron conocidas". ¿Sino vemos las pisadas de Dios no creemos? Si no veo las pisadas de Dios en medio de las aguas entonces me afirmo en marchar por que sé que Dios va marchando al frente aunque no lo vea. El pueblo que salió de Egipto no vio a Dios sino el Mar Rojo abierto. La obediencia a la voz de Dios provoca milagros. El salario ni sube pero sigo pagando las cuentas con lo mismo y Dios nunca me ha dejado. Todo lo que veo a mi alrededor está devaluado pero el Dios que yo creo no. Eso es lo que en medio de la crisis he visto. Dios no ha acortado su misericordia. No hay un mar abierto pero sí un Dios que lo abre, no hay pan para hacer pero sí un Dios que lo envía, no hay codornices pero sí un Dios que las suelta, no hay un camino de frente pero sí un Dios que te dice: "marcha" porque "yo ya pasé aunque no veas mis pisadas".

Marcha porque ya Dios va al frente abriendo camino.

Oremos: Dios que conoces el camino. Dios que eres camino. Ningún mar es sobre ti y nunguna senda te es oculta. Permite que veamos, con discernimiento, la manera en que moverás tu mano para no confiar en nuestra mirada sino en tus Palabras. Enséñame cada día a mirar no por donde voy sino con quién voy en el camino. Tú no dejas a quienes te creen y confían en tus Palabras. Tu palabra sigue siendo nuestra manera de vivir y caminar. En el nombre de Jesús, amén.

Algún desánimo ha llegado a tu vida. Lo que debemos preguntar es si es continuo. El remedio es esperar y confiar. No te apresures y descansa en los brazos de Jesús. Si el desánimo ha llegado a tu vida debes aplicarle la docis más curativa. Esa docis es la Fe. El salmo 27.13 destaca que el salmista también sufrió de desánimo, pero le creyó a Dios y sus bondades. ¿No lo crees? No tienes espació el desánimo cuando la fe irrumpe en nuestro andar. La espera se sostiene en la fe y la de le inyecta confianza y esperanza en Dios. Confiar es descansar en lo que Dios va a hacer. Ello nos lleva a perseverar porque nuestro esperar no es vano. En Dios está la fortaleza de los siglos. ¿ Ya entiendes? Se trata de afirmar nuestro corazón y seguir creyéndole a Dios. Cuando descansamos en Dios y creemos esperamos lo que no vemos. ¡Ánimo! No desmayes porque Dios tiene un plan para ti. Cuando recibimos palabra de Dios nuestro corazón se tranquiliza. ¡Tranquilo/a¡

Oremos: Dios y Señor de mi vida. Toda mi vida quiere entregar cualquier desánimo porque en ti se completa todo lo que soy. Vivo para amarte y amarte es lo que me dá vida. En el nombre de Jesús. Amén.

Dos grandes aspectos. Se requieren en todo momento.

1. El poder que Dios nos otorga.

2. La Paz que sólo viene de Dios.

Ellos están en el salmo 29.11.

Podríamos verificar cuantos "no puedo" hay en labios de muchos de nosotros y no acabamos. Es que Dios no te creó para que digas no puedo sino para que afirmes que todo lo puedes en Jesús. ¿Qué tienes esta semana que dirás "no puedo"? Sabes lo que dice ese salmo que Dios te dará poder y te bendecirá con paz. Los que siempre dicen "no puedo" afirman la derrota como normal. No les preocupa la vida sino el día. No tienen sueños y mucho menos metas. No tienen paz. Están diciendo "no puedo quitarme"; "no puedo dejar eso" "no puedo esto"... ¿No le parece un manojo de excusas? No te subestimes y camina. Dios te ha dado poder y en él caminarás y tendrás paz. Yo te invito a declarar en el Nombre que es sobre todo nombre, Jesús, que lo vas a lograr y lo lograrás. Sí Dios dice que te dará poder y paz así será.

Oremos: Dios de todo poder y paz. Aquí estoy para no pertenecer al grupo de los débiles. Allí estuve pero en tu nombre me he levantado. Todo lo puedo en ti, Jesús, que me fortaleces. Amén.

"Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos". Jeremías,  2.19

La maldad es desprecio a lo justo, a la verdad a lo honorable. Sin embargo, desde el hebreo se comprende la maldad como un asunto de la mente, aunque yo pienso que es del corazón. Basado en todo lo que nace del corazón es probable que la maldad esté incluida. Lo que hay en el corazón se lleva a la mente y se exterioriza marcando la realidad de lo que hacemos. Esas acciones castigan y condenan. Quiere decir que la maldad promueve el castigo y la condena.

¿Qué es lo malo y amargo? 

1. Haber dejado a Dios.  

2. faltar mi temor en ti.

Fíjese en los dos elementos. El primero indica "haber dejado a Dios". Se deja lo que no sirve. Cuando dejamos algo es porque nos hace mal. Dejamos lo que nos puede hacer daño. ¿Dejar a Dios? Eso no es comprensible. Eso no cabe en mi cabeza. Quien deja a Dios por definición le "falta mi temor en ti". Algunos no comprenderán esto porque ya no tienen temor de Dios. ¿Estás dejando a Dios? Proverbios destaca: "El principio de la sabiduría es el temor a Dios". Quien quiera decir que la Escritura, inspirada por ti no tiene valides para la vida hoy debe hacerlo desde su conocimiento, profundo de ti. Si no te conoce no tienen derecho a decir nada. La necedad les ha consumido y la ignorancia es su reina. Por ello, jamás dejaré de creer que eres Dios y que mi mayor privilegio ha sido conocerte.

Oremos: Dios y Señor Jesucristo. Padre de toda creación. Perdónanos por las veces que te hemos dejado. Tú, mi Señor Jesús, nunca nos dejas, pero hay quienes prefieran dejarte y por eso perdón. Ayúdanos cada día. Que nunca me falte tu temor porque así sabré que nunca te he dejado a ti. Nos mantendremos afirmando rectitud, la denuncia al pecado, a la injusticia y a la mentira del diablo. Tú eres Dios y quien quiera dejarte debe preguntarse dónde radica su maldad. En el nombre de Jesús, ten misericordia de nosotros. Amén.