"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Nos encontramos, como pueblo, en un momento de mucha tensión. Es como estar frente al Mar Rojo y no saber qué hacer. Es un momento que provoca desesperación, pero que adiestra nuestra vida para saber ser mayordomos de todo lo que tenemos. El agua, por ejemplo, la utilizábamos sin ningún tipo de conciencia. Ahora la conservamos y la añoramos. El trabajo era lugar de quejas y malos momentos y ahora se ha tornado en el espacio para ser un buen obrero/a porque hay quienes anhelan trabajar y no han podido. De esa manera podemos encontrar muchas cosas. El mar se agiganta y parece que no hay manera de cruzar. Lo que no debemos olvidar es que Dios lo dividió con su poder. Sin embargo, fue cuando el pueblo siguió la orden de OBEDECER la voz de Dios. El mar que estas enfrentando no es más grande que Dios y te has enfocado en lo que tienes en tu pasado y en lo que es imposible para ti. Dios no te ha pedido que hagas lo imposible sino lo que puedes hacer "MARCHA", sigue caminando. Si el mar está de frente y tu pasado te persigue y no sabes qué camino tomar es tiempo de que levantes tu rostro y marches adelante. Me dirás que el mar está ahí pero es que Dios dijo que marcharas y esa voz dice y todo tiene su lugar. El Salmo 77.19 nos afirma que el "mar es el camino de Dios y sus pisadas no fueron conocidas". ¿Sino vemos las pisadas de Dios no creemos? Si no veo las pisadas de Dios en medio de las aguas entonces me afirmo en marchar por que sé que Dios va marchando al frente aunque no lo vea. El pueblo que salió de Egipto no vio a Dios sino el Mar Rojo abierto. La obediencia a la voz de Dios provoca milagros. El salario ni sube pero sigo pagando las cuentas con lo mismo y Dios nunca me ha dejado. Todo lo que veo a mi alrededor está devaluado pero el Dios que yo creo no. Eso es lo que en medio de la crisis he visto. Dios no ha acortado su misericordia. No hay un mar abierto pero sí un Dios que lo abre, no hay pan para hacer pero sí un Dios que lo envía, no hay codornices pero sí un Dios que las suelta, no hay un camino de frente pero sí un Dios que te dice: "marcha" porque "yo ya pasé aunque no veas mis pisadas". Marcha porque ya Dios va al frente abriendo camino. Oremos: Dios que conoces el camino. Dios que eres camino. Ningún mar es sobre ti y nunguna senda te es oculta. Permite que veamos, con discernimiento, la manera en que moverás tu mano para no confiar en nuestra mirada sino en tus Palabras. Enséñame cada día a mirar no por donde voy sino con quién voy en el camino. Tú no dejas a quienes te creen y confían en tus Palabras. Tu palabra sigue siendo nuestra manera de vivir y caminar. En el nombre de Jesús, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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