"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
El amor misericordioso de Dios
“Su misericordia se derrama de generación en generación para los que le temen” Lc 1.50 El Magníficat se expande desmedidamente en esta expresión. Es por ello que el Magníficat no es una textura compuesta sino una polución profunda gestada en el corazón. En ello nace el acto de la misericordia como resultado del amor divino. Es una misericordia que no se puede contener en los tiempos generacionales. Las generaciones afirman esa misericordia derramada a través del tiempo. Esa misericordia entretejida en los pasos de las generaciones son recordados por la bondad de Dios al no destruir a Adán, al preservar a Noé, al llamar a Abraham, al convocar a Moisés, guiar al pueblo, alimentar a Elías, cuidar a Daniel en el foso de los leones, etc. Esa misericordia estaba ceñida a solo un puñado. Ahora en Jesús se abrió a toda la humanidad. El corazón que tema será alcanzado por esa misericordia. El corazón soberbio no puede entender la misericordia de Dios porque se ha cerrado pero tarde que temprano sabrán que no hay torre de babel que sea más grande que el amor y la misericordia de Dios. Esos que han endurecido su corazón a la fe han construido su propia torre de babel y solo tendrán una vida confundida y dispersa como los que no tienen pastor. Dios no impedirá que experimentemos momentos difíciles pero santificará nuestra vida con ellos. La oposición de algunos a la misericordia de Dios es solo un acto de ignorancia pues Dios la derramará generación a generación y nadie puede detener eso. Ciertamente la lista de las acciones misericordiosas en la Biblia no pudieran ser contenidas en ningún escrito, pero te invito a contemplar al Niño en el portal de Belén. Jesús mismo es misericordia encarnada. El amor de Dios es tan grande que sabiendo que va a morir es capaz de nacer. El nacimiento de Jesús debe revelarnos que su amor y misericordia no desean castigar sino perdonar. Es que cada navidad hay una nueva oportunidad para dejar nacer a Jesús en nuestro corazón. Oremos: Dios gracias porque mi generación tiene la oportunidad de disfrutar de tu misericordia. Hoy es navidad y en ella se vive la experiencia de volvernos a ti. Caminar en tu amor y vivir tu misericordia. Que tu luz nos alumbre y tu amor sea nuestro fundamento de vida. En el nombre de Jesús, amén. Si no tienes un lugar para adorar te espero este domingo 25 de diciembre de 2016 a las 6:00pm en la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) en Guaraguao Abajo. Cualquier información por favor visítanos a www.icdcguaraguao.org
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Nuestra vida en Cristo es una vida en constantes batallas pero victoriosas. Dios está de nuestro lado y es por ello que siempre salimos airosos. Las dificultades no están distantes de nuestra realidad pero la victoria sobre ellas tampoco. “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”. NO hay triunfo sin batalla. Para triunfar hay que enfrentar todas las batallas que existen por medio de aquel que nos amó. Cuando el pueblo de Israel vivió en Egipto solo pensaba como lo que eran, como esclavos, pero cuando Dios los sacó no les entregó la tierra prometida en bandeja de plata, más bien, los llevó al desierto. ¿Cree que sus situaciones no deben existir? Cada situación lo llevará a acercarse a Dios y a vivir confiado en que alcanzará la victoria. ¡No temas! Ciertamente el camino del desierto no es fácil. Sin embargo allí dependemos de Dios. Allí Dios hará provisión. Antes las circunstancias, desiertas, de la vida Dios siempre nos acompañará y seremos más que vencedores.
Oremos: Dios bueno. Dios de la vida. Cada batalla de mi vida está en tus manos. Por ello te pido que me ayudes y me guíes en cualquiera sea mi caminar. En el nombre de Jesús, amén. “Dame, hijo mío tu corazón. Y miren tus ojos por mis caminos”. Proverbios 23.26
Dios solo pide que tu corazón se una al de él para que tus ojos sigan su camino. Cuando nuestro corazón se une al de Dios nuestro caminar es derecho. Caminar con Dios nos guarda del peligro. Nos guarda de cualquier pozo angosto, de cualquier angustia, adversidad inminente, etc. Dios demanda “dame” tu atención. Del corazón mana la vida y solo quiere toda tu atención solo para bendecirte. ¿Entiendes esto? Si tu corazón le pertenece a todo menos a Dios solo has echado raíces en la tierra. No te acostumbres porque nuestro caminar es efímero y solo Dios nos conduce a la eternidad. Es mejor prestarle atención para que nuestro camino sea derecho. Oremos: Dios gracias por este día. Guíame a toda verdad. No me dejes. Tu palabra será mi ayuda. Y mi corazón se concentra en atender tu consejo. Tu consejo me enseña y me guía para no tropezar. Que así sea siempre, amén. El mensaje de Jesús resucitado nos brinda esperanza. En ello miramos con esperanza sin olvidar la cruz. La cruz siempre nos recordará que Jesús sufrió más que cualquiera de nosotros. El acontecimiento central de nuestra vida cristiana es la cruz. Si bien es cierto que la cruz nos recuerda que cada dolor sufrido en esta tierra tuvo lugar en los azotes que sufrió Jesús, también es cierto que la resurrección debe contener una incidencia continua en la vida nuestra. Ciertamente el sufrimiento es diario y al mismo nivel debe gestarse la resurrección. Si en nuestra formación diaria no hay resurrección nuestro camino está inconcluso. El apóstol Pablo ha planteado que no tiene lugar, más bien, razón de ser. ¿Cómo hablar de Justicia, igualdad, espíritu comunitario, liberación, sin la mirada en la resurrección? Sí, es importante hablar e identificarnos con los marginados, denunciar lo injusto, pero sino le decimos a la gente que la resurrección es real será un vivir sin trascendencia. Hermanos, dentro del mundo de sufrimiento que vivimos el mensaje de Jesús resucitado nos señala el camino a una nueva comunidad. Hoy podemos mirar con esperanza dentro el sufrimiento porque la resurrección nos lleva a caminar en paz. Si tu sufrimiento te agobia, solo puedo decirte, que como la cruz es duro, flagelante, desconcertante, pero no es el fin. La resurrección es la mirada en la que se deben enfocar tus ojos, tu corazón y tu alma. Si pierdes la fe en la resurrección tu caminar solo será un sufrimiento sin esperanza. Nuestros días están alumbrados por la esperanza de la resurrección.
Oremos: Dios bueno. Caminar en ti es mi fortaleza pero afirmar la resurrección es mi eternidad. Gracias por este día y la oportunidad de mirar por encima de las circunstancias. En ti estamos confiados. Solo en tu caminar seremos fortalecidos y la resurrección nos permitirá vivir eternamente. En el nombre de Jesús, amén. “La que cayó entre espinos...”, Lucas 8.14, están atrapados por los placeres, riquezas y preocupaciones de este mundo. Jesús le dijo: “Marta, Marta andas inquieta y preocupada por muchas cosas”, Lucas 10.41. Es una vivencia universal por tratar de exprimir el tiempo en el hacer y tener. ¿De qué llenas tu tiempo?
“Mirad también por vosotros mismos, que vuestro corazón no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”, Lucas 21.34-36. Puedes hacer lo que entiendas con tu vida, pero no olvides que Dios no puede ser tentado. Llénate de lo que quieras pero si no te llenas de Dios no tendrás nada. Puedes convertirte en el apologista más grande para tus propias acciones y tarde que temprano ese lazo llegará. No seas altivo pues Dios te mira de lejos. Deja de vivir un evangelio de apariencia y crítica. Vive un Evangelio transformador en ti mismo. Si el evangelio no transforma tu boca, tus palabras, tu glotonería, tus borracheras y afanes de tu vida no has dejado que el Espíritu Santo obre en ti. No seas excusero/a y no justifiques tu pecado con palabras diabólicas “eso no es nada”, “un poquito no viene mal”, “eso es cultural”, etc. ¡Basta! No sigas pensando que lo puedes todo con tus fuerzas. No es así. ¿Qué estás haciendo de tu vida? Dios tiene propósitos y no despropósitos contigo. Si no eres capaz de tener voluntad y sabiduría pídesela a Dios y te la dará. Vuelve a leer el texto y reflexiona. Oremos: Dios de infinita misericordia y bondad. Dios de los tiempos y las culturas. Dios de la vida. Solo ayúdanos a estar de pie ante ti en este tiempo. Líbranos de cualquier tentación. Guíanos y susténtanos para hacer lo propio y conforme a tu voluntad. En el nombre de Jesús, amén. Romanos 13.8-14 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. 9Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 10El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. 11Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. 12La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 13Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. Ante tiempos de tanta alegría no debemos provocar que sean de tristeza. Navidad no es deuda es Cristo. Navidad es amarnos los unos a los otros. Sino amas en Navidad no puedes celebrar el nacimiento de Jesús en tu vida. Hemos tenido campañas constantes de “no balas al aire” como si de un mandato nuevo se tratara y miramos la Escritura y vemos un pregonero del siglo primero hablando de no matar en varias dimensiones de la vida. Quien ama al prójimo no puede atentar contra él. Hombres que insultan, que maltratan esposas, hijos, no les ha nacido Cristo en el Corazón. El amor no hace mal al prójimo y en ello se cumple la ley. Nuestros días están contadod y nuestra salvación está más cerca de lo que pensamos. Andemos sabiamente y no en todo tipo de glotonería y borrachera, que provocan lujurias y lascivias, contiendas y envidia. El que quiere celebrar la Navidad en esos contextos solo provocará situaciones adversas en los que están a su alrededor. Empieza la Navidad amando y culmínala con más amigos y hermanos. Vistámonos del Señor y vivamos su Nacimiento en nuestros días de vida. Oremos; Dios maravilloso. Este tiempo de adviento o parusía sea presencia plena tuya en nuestros corazones. Sé fortaleza a quienes han vivido navidades tristes año tras años y ayúdales a superar toda pérdida. Que vean y vivan en ti una nueva manera de nacer de nuevo. Que tu amor reine en nuestros corazones para que la ley que nos ayuda a vivir juntos, es decir, la del amor, nos revista de ti. En el nombre de Jesús, amén. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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