"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Juan 9.5
Hay que hablar de luz. Después de una tarde y noche sin luz es imprescindible hablar de luz. La oscuridad y la noche son símbolos de la tristeza, de la desorientación, del despiste... Estar en la luz es estar en la vida con sentido. Tener luz equivalía a estar en el amor: "Quien ama al hermano permanece en la luz" (1 Juan 2,10). Quien ama ve las cosas con claridad. Se suele decir que "el amor es ciego", pero la falta de amor es lo que nos ciega, no permite que veamos las cosas como son. Cuando falta amor no vemos las virtudes sino los defectos. Quien exalta los defectos de otro/otra no la ama porque no mira sus virtudes. De manera que cuando no tenemos luz alguna debemos comenzar a escuchar al corazón. Un viejo Rabí (maestro), preguntó a sus discípulos: ¿Quien de vosotros sabría decirme cómo se podría distinguir el momento en el que termina la noche y empieza el día? Un discípulo contestó - cuando viene un animal de lejos... "uno sabe distinguir si es oveja o es un perro". ¡No! contestó el maestro. Otro discípulo le dijo: "Cuando viendo de lejos un árbol, se puede decir si es una higuera o un manzano". "Tampoco", insistió el maestro. Los discípulos le preguntaron: ¿Cómo lo sabremos? "Cuando mirando el rostro de un ser humano - contestó el rabí - ves que es tu hermano. Porque si no logramos ver esto, cualquiera sea la hora del día, en realidad será siempre de noche". Oremos: Dios y Padre de nuestras vidas. Cuan maravilloso es esperar en ti. No importa lo frágiles que seamos, tú siempre será la luz que ilumine nuestra vida. Gracias por tu cuidado y gracias porque tu amor iluminó nuestra humanidad y nos permite ver a los seres humanos como iguales y como hermanos. En tu nombre, amén. Basado: Raúl Romero, El gozo de creer en Jesús...
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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