"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
¿Dónde está tu Dios? Salmo 42.3
Esta expresión del salmista puede ser utilizada en nuestra contra como lo hicieron con el salmista. Cualquiera puede pensar que Dios nos ha abandonado. Lo que no podemos hacer es caer en el juego de la pregunta maligna. Eso fue lo que le pasó cuando el pueblo de Israel pasó el mar rojo, vio el milagro del maná y las codornices. Se les olvidó que el Dios que les acompañó durante ese caminar es el mismo que estaba con ellos en el desierto. Los libraba de las bestias y del frio con sus comunas de nube y fuego. ¿Quién puede olvidar que Dios es quien nos libra? ¿Significa que ante cualquier situación salimos corriendo y ya Dios nos abandonó? Cada experiencia que vivimos nos dejará ver la manera en que Dios nos libra. No se trata de que las cosas estén bien sino de que nosotros estemos bien. Quizás la gente opine que Dios no les abandona si la luz no se va, si el agua no se va, si no les falta comida, pero que tal si pensamos que Dios no nos abandona cuando nos permite estar con los que amamos. ¿No le parece más importante estar vivos? Mi Dios está en mi corazón. El que no podamos llegar al templo a causa de un huracán no implica que Dios no esté con nosotros. Dios es más grande que el templo. Nos pueden robar, incluso, la Biblia y jamás me habrán alejado de la Palabra de Dios ni de Dios. Que no se equivoquen. Dios está por encima del Huracán y solo le pido que nos dé la capacidad de seguir en pie. Nada nos priva de adorar a Dios en la intimidad de mi hogar. Puedo perder muchas cosas pero a Dios jamás lo perderé. Que equivocado está el enemigo. Mi confianza en Dios no será sacudida por la simpleza de un fenómeno atmosférico. Mi fe no depende de lo que veo sino a quién le creo. Oremos: Dios bueno y de infinita misericordia. Tú eres mi Dios y eso será así. Presento el Caribe en tus manos. Te suplico por quienes pasan por momentos duros. Todos aquellos que están en refugios y por cada una de nuestras vidas. Cuida nuestros familiares. Cuida los que están lejos y los que están cerca. Guarda sus vidas. Estamos en tus manos y solo tu voluntad acataremos y solo te pido que nos des discernimiento para caminar confiados/as. En el nombre de Jesús, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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