"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Vivir la fe en Cristo implica introducir a Cristo en nuestras propias vidas para que resucitemos a una vida nueva. En este último domingo de este año puedes hacerte muchas preguntas sobre lo que no alcanzaste. Quizás porque no tenías recursos económicos, o porque te faltó interés, o porque simplemente alegas no tener nada para alcanzarlo. Lo que sí no puedes cuestionarte es por qué no buscaste al Señor porque eso no se compra eso se vive. Eso no depende de lo que tengas sino de lo que creas. El apóstol Pablo alega que esta experiencia consiste en "conocer a Cristo y el poder de su resurrección" (Filipenses 3,10). Es por ello que esa vivencia de destaca Pablo la expresa como la no existencia nuestra, sino la de Jesús en nosotros. "Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí" (Gal 2,20). Hemos caminado, días, semanas, meses, detrás de Jesús en un aprender a vivir del Espíritu del Resucitado, quien da vida (1Cor 15,45). ¿Has vivido así o te has debilitado en tu caminar?
Es tiempo de revisar nuestra experiencia de fe a la luz del Resucitado. De manera misteriosa, el Señor ha impulsado nuestras vidas para una plenitud final. No sigas viviendo en la insatisfacción de una vida quebrada y sin propósito. Dios tiene cosas grandes para ti en este nuevo año pero debes permitir que en esa acción secreta de Dios se coloque tu vida. El Resucitado está en medio de nuestra dificultad, de nuestro conflicto, de nuestras contradicciones, sosteniendo para siempre todo lo bueno, que brota para nosotros como promesa para un nuevo año. Escúchalo, él está con nosotros "todos los días hasta el fin del mundo". Ningún ser humano está solo o sala, ni está olvidado u olvidada, porque aquel que acompaña está con nosotros y nosotras. No sigas siendo el mismo o la misma, con las mismas lamentaciones, porque no te levantas y enfrentas el nuevo año con un nuevo rostro en Cristo, lleno de sueños e ilusiones. Dios es amigo de la vida. Dios no es un Dios de muertos sino de vivos. El ser humano ha querido destruir la vida en mil maneras, pero, si Dios ha resucitado a Jesús, esto significa, que es capaz de resucitar también la vida de sus hijos e hijas. Dios nos quiere ver llenos de vida, en adelante hay una manera de vivir, como diría José A. Pagola, "poner vida donde otros ponen muerte". Dios es el defensor de lo que no interesa a nadie. No temas, porque Dios secará tus lágrimas. Dios ha resucitado a Jesús. Un día, él "enjugará todas nuestras lágrimas, y no habrá ya muerte, no habrá gritos ni fatigas. Todo eso habrá pasado. Deja que en este nuevo año tu mayor resolución sea encontrarte diariamente con el resucitado para que cada experiencia de vida sea una constante esperanza en ti. Oremos: Dios que resucitas lo muerto y das vida en abundancia. Reaviva nuestra fe lánguida, nuestra esperanza apagada y oscura y sobre todo nuestro amor en ti. En ti quiero luchar en la vida contra los poderes destructores de la muerte. En ti quiero caminar cada día para alcanzar la plenitud del anhelo de la vida. Apoyado en ti no resbalaré y si resbalase tu mano me sostendrá. En el nombre de Jesús, me enfrento a este nuevo año en la esperanza de una mejor humanidad, donde la muerte violenta, hambre, marginación, aborto, soledad, discrimen, etc. no tengan lugar, Amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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