"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
“...reparen... dondequiera que se hallen grietas” 2 Reyes 12.5
Cuando compré la casa no pensé que varios años después fuese a tener una grieta. Las grietas son aperturas – profundas o simples – entre dos bordes. Quizás haya pasado por las mismas experiencias que yo. En ocasiones de mi vida he tenido “noches largas”. Son esas noches las que desesperan porque no amanece y cada minuto se hace más lento ante nuestros ojos. Cuando pienso en las noches largas surcan mis pensamientos los momentos en que mi matrimonio no estaba bien sino en ruinas. Esas noches largas y silenciosas son aquellas en las que no cruzaba palabras con mi esposa, en las que el sueño se disipaba en la medida que entraba la oscuridad para que nunca amaneciera. Noches de tristeza y angustia porque quien compartía la cama conmigo parecía una extraña a mi lado y yo un extraño a su lado. Podemos estar en la misma cama pero la noche es fría porque no estamos juntos sino al lado. Es el juego mental de tener y no tener. Durante mucho tiempo la relación fue bella, placentera, agradable, todo lo que cualquiera pudiera soñar, así como la casa nueva. Sin embargo, pasado el tiempo aparecen grietas en el matrimonio. Grietas que parecen hacer pedazos, como si de un vidrio se tratase. Creo que José Luis Navajo lo dice extraordinariamente: “Éramos dos extraños viviendo bajo el mismo techo. Compartíamos casa, pero no proyectos. Colchón – cama - pero no sueños. Comida pero no ilusiones. Juntos pero inmensamente separados”. Ese era el tiempo de buscar ayuda. Las grietas que existen en los matrimonios no son creadas por Dios sino por la manera en que hemos vivido los tiempos. Si sale una grieta, solo nosotros y nadie más es culpable, sino nosotros. La obediencia en las palabras de un pastor, psicólogos o consejeros no pueden ser tomadas por inapropiadas o irrelevantes. Sé que aparecerán opciones y nuestra manera de vivir puede ser transformada si optamos por lo que Dios unió y no por lo que está agrietado. Quienes viven solos no se sientan solos. Realmente en nuestra individualidad también hacemos que haya grietas en nuestra manera de vivir. ¿Cuántas grietas hay en tu vida? NO sigas inculpando a otros de la vida que tienes. Tú decidiste y tú caminaste. Si hay grietas en tu vida me parece que es tiempo de que las repares. “Afirma tus pasos por lo que enfrentarás y no por lo enfrentaste. No se camina en el pasado sino en el presente” José Luis Báez. El pasado pudo hacer grietas en tu vida pero no puedes auto-abrirlas en el presente sino sanarlas. Es tiempo de buscar ayuda. Si hay grietas en tu matrimonio o en tu vida debes acudir a la reparación de las mismas. NO olvides que cualquier cismo puede abrir más la grieta. Si ha sido reparada la probabilidad de que no se agriete nuevamente es mayor. Si vives sanamente provocarás que otros y otra que están agrietados/as vean esperanza. Dios no unió para que se agrietara tu matrimonio. Dios unió para que sean uno solo. Dios no te creó agrietado sino completo/a. No permitas grietas que rompan lo que tanto te ha costado. Oremos: Dios bueno. Dios trino y uno. Que hoy nuestras familias reciban tu bendición para caminar conforme a tu voluntad. Guíanos a una mejor manera de vivir. Enséñanos a reparar nuestras grietas. Exponernos a tus manos es saber que volverás a crear en nuestras grietas. En el nombre de Jesús, amén. Basado en el libro: José Luis Navajo. 5 días para un matrimonio feliz. Nashville, Dallas México, Grupo Nelson, 2012.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
All
Archivos
September 2017
|