"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
"Levántate, porque esta es tu obligación, y nosotros estaremos contigo. ¡Anímate y pon manos a la obra!". Esdras 10.4 En el caminar de la vida es vital no olvidar dar los pasos en la tierra. Hay ocasiones en que caminar es complicado. Los momentos se hacen duros y la manera de enfrentarlos debilita nuestras fuerzas, nuestra fe, nuestro entusiasmo, etc. Aunque sabemos que Dios está se nos complica verle. Diría que predicar sanación y estar enfermo es un gran desafío. Asumir posturas o imágenes que representen lo que debe ser sin que sea no es comprendido por quienes reciben la Palabra, el consejo, la palmada, etc. En ocasiones se le falla a Dios y ello no invalida nuestro proceso de vida delante de él, pues ya hemos visto lo que dice Esdras "Levántate". Hacemos pactos de los que nos arrepentimos y hacemos pactos para volver a encaminar nuestra mirada. Los errores no son lo importante sino la repetición de estos. Cometer un error nos hace recordar lo que somos pero repetirlos deforma lo que seremos. Es de valientes, de inteligentes y sabios tomar el lugar que nos corresponde. Esdras expresa "Levántate, porque es tu obligación". Es un deber levantarte de las posturas de incertidumbre. Puede que huyas a lugares que se tornen en, aparentes refugios, pero solo son escenarios que carecen de fortaleza. Quizás estés sobre un muro. Ese muro puede representar ese momento determinante en tu vida. Tienes la obligación de posicionarte a uno de los dos lados del muro. Tal vez estés sobre arena a orilla del mar. Esa arena es golpeada constantemente por vientos y olas. Es una arena sobre la que nadie puede sostenerse pues el agua provoca que la arena salga de tus pies. Cuando nuestro fundamento es incierto nuestra posición también lo es. "Es tu obligación" identificarte, levantarte, pero sobre todo posicionarte. Tus pasos sobre la arena pueden ser lentos, pues su inestabilidad los retrasa, pero no los detienen. "Nosotros te ayudaremos". Ese nosotros es trino. Es ese acompañamiento de quien traza la historia, de quien acompaña en el desierto, de quien está en el valle de sombra, de quien sostiene el día, la noche, etc. "¡Anímate! y pon manos a la obra". No hay tiempo para detenernos. Quien se detiene retrasa el plan de Dios en su vida. Hablar con Dios traza la ruta de la esperanza. Quien no se desahoga con Dios, quien no se confiesa ante Dios puede vivir con "fracturas emocionales". Se rompe en nuestro interior toda una gama de emociones que distorsionan nuestras miradas, nuestros ánimos, etc. Las manos en la obra representan aquella palabra poética insertada en el todavía: "todavía cantamos, todavía soñamos, todavía esperamos". "¡Ánimo! ¡Levántate! Enfrentar nuestras crisis nos hace fuerte y evadirlas nos hace cobardes. Hoy "te convido a creerme cuando digo futuro", Silvio Rodríguez. Sucumbir ante la arena, los vientos, las olas y cualquier otra adversidad no es el llamado de los que viven en esperanza. Pd. Dedico este escrito a un amigo. Un amigo que dio su paso obligatorio en el Getsemaní de su vida. Un amigo que tiró al mar lo que el tiempo le dejó. Quien es capaz de levantarse es quien es capaz de acompañar a otros/otras. Quien vive soñando tiene derecho a hacerlos realidad. Tu paso obligatorio remite tus manos a la obra. NO estás solo y créeme que Dios te ha regalado un mundo, ¡sigue caminando! Hoy, te toca orar a ti sólo/sóla porque este espacio es tuyo y de Dios. Estaré acompañándote desde mi oración pero este es tu espacio para levantarte. Dios te Bendiga...
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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