"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Tema: Travesía de un milagro Sub-tema: Dios no nos abandona Texto Bíblico: Salmo 36.9 Introducción: El Salmo 36 está compuesto por una reflexión sapiensal sobre el mal o los malvados (2-5). Un himno al amor de Dios (6-10) y una súplica escuchada (11-13). Nosotros a lo sumo somos pecado, pero Dios es sumamente distinto. Todo es misericordia, fidelidad, justicia, lealtad, etc. Por ello el salmista podía expresar ¡“Qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios”! Si nos acogemos bajo sus alas podremos hacer frente al mal, que acecha a quienes conocen a Dios. Ciertamente el camino suele hacer días tristes y días alegres; días dulces y otros no tan dulces. Sin embargo ha sido el dolor lo que muchas veces nos ha llevado a valorar el día de sanidad. Los pasos que damos, como humanos, siempre son inciertos, pero si estos son dados en la confianza de Dios “No dejará que tropiece tu pie” (Salmo 121.3ª). En este camino vienen pruebas y tristezas por doquier pero si Cristo a mi lado está todo es posible. Lo que define la grandeza de tus triunfos no es la meta sino la forma en que la alcanzaste. ¿Qué pasaría con las ilusiones y con los logros si entre ellos no existe un esfuerzo? ¿Qué pasaría si nos caemos y no nos levantamos? El mirar nuestros pasos es necesario, pero lo que no es necesario es retroceder. Miramos el pasado para valora lo que Dios nos ha dado no para problematizar lo ya resuelto.
Veamos unos puntos sobresalientes, basados en un testimonio: 1. El tiempo de los milagros no ha pasado El diagnóstico fue fallo renal crónico, a solo 14 años de edad. A los 14 años solo ha comenzado el deseo de vivir. A los 14 años en este país todavía se considera a nuestros muchachos y muchachos adolescentes. Es dicha condición un desafío para una adolescente que apenas entiende lo que está ocurriendo en su vida. La sangre, el líquido vital del ser humano, era poco en el cuerpo de esta joven por lo que ya los médicos expresaban su poca probabilidad de vida. 2. La esperanza no se agota en los propósitos de Dios (una entrega sin igual) A sus quince años cuando toda joven anhela un quinceañero, un momento especial, una plena vida, un sueños a alcanzar, etc. Esta joven recibió el regalo que sobrepasaría sus expectativas de vida. Su papá se hace los estudios de compatibilidad de riñón y dichos estudios afirman que puede donar el riñón a su hija. El gozo, la emoción, la ternura, pero sobre todo el amor llenaron de esperanza la vida de esta joven. Su padre comenzó a orar antes de entrar a sala de operaciones y cuando su hija abre los ojos no se sabe quien estaba más alegre, si el papá o la hija. 3. Llega la turbación, pero no dejes de creer Trece años después el riñón deja de funcionar y vuelven las diálisis, en esta ocasión peritoneal. Sin embargo, cualquiera pudiera pensar que ya realizada y toda una mujer esta joven no podría ni casarse, sin embargo, quien ahora es su esposo no dudó en estar junto a ella. Los problemas de diálisis no dudaron en llegar y las crisis fueron agudas, pero Dios nunca soltó su mano. “no desmayes porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré”… Isaías 41.10, eran las palabras que hacían eco en su mente. Esa es la promesa jamás olvidada por esta joven. 4. Con Dios está el manantial de la vida Los estudios de la ciencia demuestran que mujeres en diálisis no queda embarazada, que solo el 1% lo logra pero su bebé no sobrevive. Sin embargo esta joven, como el salmista, afirma que con Dios está el manantial de la vida. ¿En ese 1% estaría ella? Definitivo. Dios tiene galardones para ti, si eres una persona de fe, y sabes agradar a Dios con tu vida. Un galardón es una recompensa o premio especial y si buscas al Señor y das testimonio de eso, él te premiará, porque así te lo promete en Su Palabra. No deja justo desamparado, no abandona, no deja de tener amor. Si con Dios está el manantial de la vida entonces qué no permite que me acerque a él confiada mente, qué constantemente está pisoteándome para que no camine. No podemos ver la mano de Dios sosteniéndonos porque estamos muy enfuscados en nuestro diario vivir. Buscar a Dios no significa solamente ir la iglesia cada domingo, es reconocer la necesidad que tienes de Él, no sólo cuando las cosas te van mal, sino en cualquier circunstancia de tu vida. Tener a Dios implica vivir a su estilo. Creer a su estilo… es creerle a lo que yo creo que es ilógico. Dios para motivarte buscó premiarte; como suele hacer un padre en la vida natural. Pero debes saber que ese es solamente el comienzo de la relación, no debes esperar siempre algo para buscarle. Anhela al Señor por quien es, no por lo que pueda darte y cuando obtengas lo que necesitas búscale aún más. 5. Con tu luz vemos la luz El riñón de la mujer embarazada sufre modificaciones para adaptarse a la nueva situación, aumenta de tamaño, por un aumento del volumen circulante, hay una dilatación de la vía renal debido a la presión que ejerce el feto al crecer, hay una retención de agua y sal, llega más sangre a los riñones y hay un aumento del filtrado renal y de la eliminación de proteínas. Es decir, el embarazo es un SOBREESFUERZO para los riñones, pero esta sobrecarga de trabajo y cambios estructurales no producen daño a largo plazo en el riñón sano. La ciencia le llama un embarazo de sobreesfuerzo… Esa es la parte que me llama la atención porque es la que yo creo… “Dios da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna” Isaías 40.29 Esta joven es sometida a pruebas de embarazo, los nervios eran la orden del día, pero ella expresa con toda confianza: “todo obra para bien para los que creen en el Señor”. El resultado fue positivo. Aquel lugar se convirtió en un escenario de incredulidad, pues nadie, ni el Dr. lo podía creer, era tanta la emoción pues ahora dentro del 1% de probabilidad esta joven estaba. ¡Qué grande es Dios! Ante tal evento comienzan los mitos, las expresiones, los cuentos inapropiados. Pero con la luz de Dios nosotros también vemos luz… las alegrías estaban y también las complicaciones no se hicieron esperar. Las diálisis eran todos los días 3 horas y las citas ni se diga. El temor emergía pero más grade es con quien está el manantial de vida. Los sueros fueron fósforo, potasio, magnesio, etc. pero hubo uno que permitía que esta joven continuara caminando, “con Dios vemos la luz”. El suero de la fe, la fe que colocamos en lo que Dios hace. El cuadro se complicaba, las hospitalizaciones, resultados desalentadores, pero ante ello la fe de esta joven expresaba: “Si Dios dice y hace”, no hay ciencia que se coloque por medio, hoja que se mueva, montaña que se interponga, mar rojo que no se abra, nube que no se detenga, tormenta que no se silencie, si Dios dice se detiene el temor, nace la luz, soplan los vientos, surge el milagro, y mana la vida. Si Dios dice que diga que yo le creo. ¡Alabado sea Dios! Si Dios dice: ¡Veré su luz…! Era el 12 de noviembre de 2012 y la sala de parto del Centro Medico tenía que recibir a una joven que estaba a punto de dar a luz. Suponemos que es cesárea por la condición por lo tanto la batería de médicos, enfermeros etc., era interminable. Llegó el nefrólogo, el neumólogo, el ginecólogo, el cardiólogo, las enfermeras y enfermeros, pero la ciencia solo llegó a mirar, solo llegó a decir que hizo, solo llegó a llevarse la gloria humana, porque el Doctor le dijo a la joven que lo iba a parir de forma natural. Agárrate diablo porque cuando ¡Dios dice Dios dice y se acabó! Pueden llegar los expertos, pero antes de ellos llega Jesús, llega al autor de la vida, el Creador de cuanto existe, llega el Rey de Reyes y Señor de Señores, a aquella sala había llegado el Doctor por excelencia. Cada vez que Dios hace algo el ser humano se queda perplejo, atónito, sin palabras, o todo lo contrario no para de hablar. Allí nació Victoria Sofía – Como bien afirma esta joven porque la Victoria y la sabiduría vienen de Dios. No estuvo en incubadora, a los dos días la dan de alta. Ya pronto estará Victoria Sofía en las revistas y libros de nefrología como ejemplo de los embarazos en diálisis, pero hoy la ponemos como milagro vivo para la fe nuestra. Conclusión: No hay imposible para Dios, con él está el manantial de vida y por su luz nosotros vemos luz. No importa si la turbación llega a nuestras vidas solo creer mantendrá viva la llama del milagro. No te detengas, aunque los temores te insulten. Si Dios está contigo todo es posible y todo se puede resolver.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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