"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Hechos 2.1-4 Siempre que se habla de terremotos entramos en pánico. Todo estruendo o fenómeno provoca sustos y ciertamente expectativas. Sin embargo les diré que hay un evento que se puede considerar un estruendo impresionante, esperanzador y de gozo. Por aquellos tiempos ya Jesús había subido al cielo. Prometió que si esperaban serían llenos del Espíritu Santo. Cuando llegó el día estaban todos unánimes juntos. Vino del cielo un estruendo, pero no de los que alarman, sino de los que llenan, de los que cambian, transforman, etc. El viento recio sopló y llenó la casa donde estaban. ¿Sabes que eso es lo que necesita nuestra sociedad? Que el Espíritu llene nuestras casas. No solo los terremotos traen esos disturbios a nuestra vida. Nuestra sociedad es sacudida por el terremoto de la violencia y particularmente el crimen. Las balaceras continuas son aterradoras. Son vientos que no queremos que soplen en nuestras casas. Ningunos estamos exentos que nos ocurra algo, pero sí podemos estar llenos de Dios y esperanzados en su cuidado. Necesitamos a Dios en nuestra vida. Es vital que nuestra sociedad sea sacudida, pero, por el estruendo del Espíritu Santo, que nuestra casa se llene de su gloria y esa llenura nos de paz. La gente vive el individualismo, cada uno en su propio interés. Vivamos juntos, oremos juntos, busquemos a Dios juntos, esperemos juntos que Dios avive su obra en medio de los tiempos, como decía el profeta. Nuestra espera estará llena de poder si lo hacemos con la fe en lo que dijo Jesús.
Oremos: Señor y Dios de todo cuanto existe. Estamos viviendo días difíciles, de terremotos naturales y sociales. Nuestra esperanza está en que tu presencia nos llene. Esperaremos que el estruendo de tu Espíritu bendiga nuestra Isla. En tu nombre, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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