"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Proverbios 4.20-27
Es menester de todo ser humano escuchar. Lo que no podemos hacer es escuchar cualquier cosa. Las personas de nuestro alrededor y más distante nos dicen muchas cosas y muchas de ellas nos las llevamos al corazón. En ocasiones, por eso que nos han dicho, hemos tomado decisiones trascendentales que nos cuestan en la vida. Sin embargo te exhorto a que guardes en medio de tu corazón las Palabras de Dios. Esa Palabra de Dios guardada en el corazón tiene dos propósitos: 1. Son vida para los que la hallan 2. Son medicina a todo su cuerpo Son los dos elementos que ningún seguro nos puede garantizar. La "vida" y la "salud". Es ello lo que está en juego hoy. La vida es para quien halla esa Palabra de Dios que se traduce en medicina para el ser humano. Si esto es así ya sabemos porqué nuestra sociedad está enferma. Lo está porque no guarda ni escucha la Palabra de Dios. Si de toda cosa guardada se nos encomienda a guardar el corazón lo que tenga en él determinará la vida que tenga. Si en mi corazón tengo malos pensamientos, mi vida será eso, si lo que tengo es rencor, mi vida será eso, si tengo corajes, mi vida será eso, etc. Lo que determina mi vida es lo que tenga en el corazón. Si ya sabemos que la Palabra y el Consejo de Dios me dan vida, entonces ¿por qué no ponerlos en medio del corazón? ¡Escucha! Del corazón mana la vida... La Escritura dice: "de la abundancia del corazón habla la boca", lo que quiere decir que si es perversidad lo que tengo en el corazón eso hablaré, que si es iniquidad eso tendré en mis labios. Me parece que es hora de "examinar la senda de tus pies" para que todos nuestros caminos sean rectos, Prov.4,26. Oremos: Señor, Jesús. Si tú eres quien habita en mi, entonces solo a ti quiero hablar, si tu Palabra es medicina, solo con ella quiero sanidad, si tu Palabra es vida, solo con ella quiero vivir. En tu nombre, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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