"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Trigo y hierba mala (cizaña)
Mateo 13.24-30 24Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 26Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. 27Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? 28El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? 29El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. 30Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero. El Ministerio de Jesús tiene como tema central el reino de los cielos. Jesús solía utilizar las experiencias cotidianas para enseñar sus mensajes. El primer ejemplo es de aquel que sembró buena semilla en su campo. El problema está en que en el mismo terreno el enemigo siembra cizaña. De manera que la cizaña y el trigo estaban juntos pero no eran lo mismo. Cuando salió la hierba y dio fruto también lo hizo la cizaña. Si te duermes el enemigo siembra cizaña en tu terreno. El método que utilizarían los siervos de la familia era arrancando la cizaña pero sin el cuidado para el trigo. Extraordinariamente es nuestro fruto el que nos identifica. ¿Qué fruto te identifica a ti? En el tiempo de la siega se recogerá primero la cizaña para atarla y quemarla. Te exhorto a que tomes la cizaña que han sembrado en tu terreno y la recojas, la ates y la quemes. Lo que no dé fruto en tu vida es mejor sacarlo antes de que sea lo que nos define. Si tu fruto es de trigo que no se vea en ti vida de cizaña. El enemigo intenta perturbar tu crecimiento con (zizanion) un tipo de cizaña o mala hierba. Esta hierba en los inicios de su crecimiento parece trigo, pero es semilla venenosa. El aspecto, al inicio se parece pero no en sus cosechas. Ningún humano nace fuera de la tierra y es por ello que estamos todos en el mismo terreno (el mundo) sin embargo, lo que será diferente es la transformación que exista en cada uno de los que creen en el Señor Jesús. El mal viene del maligno no de Dios. Ciertamente hay tiempo de ciega y allí sabremos si nuestra semilla es buena o nos dormimos y el enemigo sembró otra. No salga corriendo porque la oración será el abono que nutrirá nuestro crecimiento y cuando venga el cegador nuestro final será de bendición y no de maldición. Oremos: Dios bueno. Dios de infinita misericordia. Nos place hablar contigo y sustentarnos en tu Palabra. Ayúdanos cada día, porque tú eres nuestro escondedero. Llegará el tiempo en que mis fuerzas no den y pueda dormir, en ese tiempo tu mano me sostenga y no haya enemigo que intente sembrar cizaña en mi corazón, en mi mente, etc. Guíame en esta tierra para dar lo mejor de mí y de acuerdo a tu voluntad. No quiero ser de los que son definidos porque parecen cristianos sino como los que al final serán llevados a la eternidad celestial y no al fuego para ser quemados. Te suplico Dios que si me duermo me despiertes para seguir afirmando tu presencia en mi vida. En tu nombre, Jesús, amén.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
All
Archivos
September 2017
|