"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Salmo 16.5-6
Dios es la porción de nuestra herencia. Mientras muchos recibieron herencia en la repartición de tierra, los levitas no. Así que cuando no hay herencia que nos puedan dar los humanos reconocemos que el Señor es la porción de nuestra herencia y nuestra copa. No importan si en esta tierra heredo algo, pero sí importa si en el Señor heredo. Nuestro pasado, presente y futuro le pertenece al Señor. Lo que vives no es resultado del azar, ni de la casualidad sino que has estado a la merced de la misericordia de Dios, que produce seguridad y esperanza. La copa, como símbolo de futuro, será servida en el gran banquete. La porción que nos ha tocado es Dios mismo. Los linderos, son las cuerdas, como la forma de medición. Los lugares deleitosos, son las tierras productivas, los lugares deseables. NO hay mayor herencia que Dios mismo y eso es lo que nos alegra y bendice. Es por esa alegría que podemos expresarnos "Clamé a ti, oh Dios; Dije: Tú eres mi esperanza, y mi porción en la tierra de los vivientes", (Salmo 142.6). Mi gozo y mi alegría es que lo que recibo es de Dios y eso me hace ser partícipe de la herencia en Dios mismo. Oremos: Dios y Señor. Gracias por este nuevo día. En ti están nuestro presente y futuro. Tú tienes planes de bien y no de mal, tú tienes misericordia y bondad, tú eres mi porción y mi heredad. A ti entregamos nuestro pueblo para que nuestra heredad sea tu salvación y la vida eterna. En tu nombre, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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