Somos manantiales

Proverbios 10.11a

Los manantiales se definen normalmente como puntos de descargas.

Los que conocen y siguen los caminos de Dios guiarán a otros/otras a la plenitud de vida dada por Dios. ¿Sabe que cuando el Espíritu Santo mora en nosotros/nosotras es considerado como fuente de agua viva? Cuando esa agua viva fluye por el creyente eso es lo que da el creyente a los demás. Tenemos que pedir al Espíritu Santo esa capacidad para llevar a cabo la gran tarea. 

No es posible que los labios nuestros estén fluyendo palabras que lastimen, palabras que maten a los demás, etc. Si el Espíritu está en nosotros/nosotras, entonces seamos manantial de vida y no de muerte. Nos corresponde decir algo distinto, algo que lleve a vivir, algo que permita a otros/otras alegrarse. ¿Cuántas veces le dijiste algo bueno a alguien en el día? Nuestras palabras pueden ser tan sanadoras como enfermizas. Es por ello que es tan importante lo que hablamos. Si lo que decimos ayuda a otros a nuestro lado tendremos personas que darán lo mismo que recibieron.

Es necesario identificar si como manantiales daremos a los demás algo o lo entregaremos todo. Las aguas que salen no solo de las personas sino de los templos deben ser salutíferas. Lo que hace que sea más grande es en la medida que corre y se ensancha. Cuando un río corre y se ensancha da vida a todo lo que toca. Los ríos dan vida y satisfacen la sed de los animales. Nuestras palabras deben ser manantial que de vida y satisfaga a los demás. De nosotros tiene que correr ríos de agua viva. El agua viva es el Espíritu Santo y su fluir es lo que sana, llena, limpia, restaura, etc.

 Oremos: Jesús y Dios nuestro. Gracias por ser manantial de vida. Nuestras palabras deben asumir una realidad de impacto. Que nuestras palabras no sean causa de dolor y mucho menos de muerte. Que seamos manantiales de vida y esperanza en medio de una sociedad abrumada por palabras tristes. Que de nuestros templos salgan vidas que cuando hablen su palabra sea impacto a otros y otras. En tu nombre, Amén.