"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Hebreos 4.12 La gente interpreta y lee la Biblia utilizando textos fuera de contextos. La Biblia tiene un sentido histórico, cultural y social, eso no es posible olvidarlo a la hora de hacer una hermenéutica adecuada. En la iglesia, he escuchado, como los telepredicadores, van creando dudas y acercamientos bíblicos incorrectos. No todos. Sin embargo, la iglesia se nos muere porque así como un ser humano sin corazón se muere, también una iglesia sin el estudio bíblico. La Biblia es el corazón de la Iglesia. Si no conocemos la Escritura, entonces cómo podremos predicar. Adelante algunos detalles importantes sobre la teología y la Escritura. Basado en la "Teoría del Método teológico" de Clodovis Boff. La Fe-Palabra
El principio formal objetivo de la teología es la Revelación o palabra de Dios. Hacer teología es ver todo "a la luz de la palabra de Dios". El principio formal subjetivo de la teología es la fe-palabra. Teología es reflexionar a Dios y todo "a la luz de la fe". La revelación divina consiste en palabras, y sobre todo, en hechos. La doctrina de la fe o la palabra de Dios se encuentra concretamente en la Sagrada Escritura, leída, transmitida en y por la Comunidad eclesial. La palabra de verdad está al servicio del amor, pero para ser eficaz, ese servicio necesita ser verdadero, correcto, ortodoxo. Tenemos que conservar siempre firmemente la fe, amándola y confirmando con ella su vida. Por consiguiente, ante todo, tenemos que purificar el corazón por la fe, como se dice que Dios que "purificó su corazón por la fe" (He 15.9); iluminar los ojos por la práctica de los mandamientos del Señor, porque el mandamiento del Señor es límpido y da luz a los ojos" (Sal 18.9); y llega a ser. Por lo que el Señor dijo: Te doy gracias, Padre, (...) porque revelaste estas cosas a los pequeños", (Mt 11.25). Los tres momentos de la construcción teológica: El momento positivo, que corresponde a la escucha de la fe (hermenéutica); el momento especulativo, que consiste en la explicación de la fe (teoría); el momento práctico, que busca actualizar o proyectar la fe en la vida (práctica). La Escritura es el "alma" de toda teología. No es la palabra de Dios la que está al servicio de la teología sino la teología al servicio de la palabra de Dios. Para comprender correctamente la Escritura, existen reglas hermenéuticas (interpretación adecuada del texto): 1. Disponerse sinceramente a la escucha obediente y orante de la palabra de Dios; 2. Situar el texto en el contexto histórico y en el contexto mayor del canon, cuya culminación es Cristo; 3. Fijar primero el sentido textual y después descubrir, a partir de él, el sentido actual, para hoy, finalizando siempre la lectura de la Biblia con la práctica del agapé. 4. Tener en cuenta a la Iglesia: la comunión con toda ella, con su tradición y con su Magisterio. Oremos: Señor Jesús, gracias por darnos el privilegio de tener la Escritura. Nos disponemos a escucharla en nuestra lectura. Nos comprometemos a situarla y amarla en Cristo. Nos comprometemos a vivirla hoy correcta o adecuadamente. Nos comprometemos no olvidar la iglesia y nuestra tradición a la hora de contextuarla. En el nombre de Jesús, amén. Boff, Clodovis. Teoría del método teológico. México, D.F.; Ed. DABAR. 1998.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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