"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Isaías 43.2-3
2Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. 3Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador;[1] Las adversidades no son excusa para no seguir. Las mismas son parte de la vida. Dios no dijo que estaríamos exento de la tormenta, ni que nos libraría de ella. Dios te daría la victoria a través de la tormenta y no sacándote de ella. Nadie quiere pasar por situaciones difíciles. Las situaciones nos ayudan a aprender. Todo es un proceso de preparación. Cada etapa de la vida nos prepara para la otra y Dios está muy cerca de nosotros. Para resucitar hay que morir. Dios sabía que el Getsemaní sería la clave para que Jesús venciera o se rindiera. Cuando los desiertos llegan es porque algo grande Dios tiene para ti. Los desiertos cambian nuestra visión. Allí vive Cristo y morimos nosotros. En los desiertos nos damos cuenta con quién contamos. Sabemos que quien único está con nosotros es Dios y quien único te quiere destruir es el enemigo. Dios es tu Salvador y fuera de él no hay quien salve. No dejes de creer en medio de tu desierto sino afírmate en Dios. Oremos: Dios bueno y de infinita misericordia. Ante tu presencia estoy. Es grato acercarme a ti temprano. No me falta nada cuando estoy contigo. Si tú estás conmigo lo tengo todo. No dejaré de creer en medio del desierto sino que me afirmaré en ti. En tu nombre oramos, amén. [1] Reina Valera Revisada (1960). (1998). (Is 43.2–3). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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