"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Génesis 32.27 Lucha y no te detengas porque Cristo está a tu lado. Es necesario que reflexiones ante la adversidad que enfrentas. NO se trata de tus seres queridos, sino de quien te quiere destruir. Lucha porque las pruebas están, las tormentas no dejan de azotar, pero lucha. Cristo está a tu lado. Este s el tiempo de caminar y dejar tu pasado. Es posible que llegue la turbación pero mantente firme, porque si no vas a desmayar. Las bendiciones se luchan y por eso no es aceptable la rendición. Aquí hay que luchar. Si te rindes morirás y no te podrás levantar. Acuérdate que Cristo por ti peleará. Es tiempo de afirmar nuestra fe en la expresión bíblica: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". Jacob "se quedó solo". Nuestras batallas, en ocasiones, son a solas, pero con Dios. Pelee con Dios, no dije contra Dios sino con Dios para que le bendiga. La soledad de Jacob no fue el espacio para "quitarse, para derrumbarse, para desistir", sino, para continuar la batalla hasta que raye el alba, llegue el día, la tarde, lo que sea. Sigue luchando porque cuando luchamos Dios nos bendice. No hay imposible para Dios. Deja tu carga en las manos de Dios. Cuando luches recuerda las promesas que Dios te ha dado. No olvides que el enemigo, intentará decirte que pierdes el tiempo, que no vale la pena, pero son solo palabras inciertas. La Palabra de Dios se cumple porque sus promesas no caen a tierra. Créeme que se cumple porque se cumple. Dice la Escritura que aquel varón no podía con Jacob y aunque se lastimó el muslo en la batalla siguió luchando. Persevera y no te detengas. Pase lo que pase no dejes al Señor porque si Dios es con nosotros/nosotras quién contra nosotros. Cuando la lucha fue ardua, el varón le dijo a Jacob, "déjame porque raya el alba. Jacob le respondió: NO te dejaré, sino me bendices".
No dejes lo que Dios te prometió por un impulso, porque quienes claudican, quienes quitan sus manos del arado no son dignos de heredar el reino de los cielos. Lucha y no te detengas. Tu mirada debe estar fija en el Cristo de la gloria. Nada te puede separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús. Si quieres bendición, entonces, sigue peleando por lo que quieres, sigue peleando, sigue peleando, porque en nuestra vida de creyentes no hay espacio para la rendición. No dejes a Dios, no dejes a Dios, no dejes a Dios porque la lucha es dura y en él vas a vencer. Serás bendecido y alcanzarás la victoria. No te rindas y sigue luchando. Cada dardo del enemigo no te hará débil sino más fuerte en la presencia de Dios. Enfrenta y lucha en el nombre del Señor que es nuestro poderoso gigante. Pelea por lo que Dios te ha prometido y vence en su nombre. Oremos: Dios y Señor, hoy continuo mi lucha, no me detengo, no dejaré que nada me robe lo que me has prometido. En tus manos estamos porque no estamos dispuestos/dispuestas a rendirnos. En tu nombre, amén.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
All
Archivos
September 2017
|