¿Qué temer con Dios?

Isaías 41.13

1. Tienes un Dios que te ayuda.

No dudes que Dios extiende su mano sobre ti. Hoy es una nueva oportunidad para mirar con esperanza la vida. Dios te ayuda. ¿Lo puedes creer? Solamente deja que Dios sea tu ayuda verás cómo te guía. Nunca he visto justo desamparado, dice el salmista.

2. Tenemos un Dios que nos sostiene de la mano. Si te has sentido desamparado/desamparada y sientes que Dios ni te habla. Si sientes que hablas con Dios y no te responde, si sientes que llevas tiempo diciéndole a Dios que necesitas su mano. Hoy te dice, "te sostengo de tu mano derecha". Dios está más cerca de lo que piensas, de lo que dices y de lo que puedes imaginarte. Dios te sostiene. Cuando sostienes algo no importa por las situaciones que pases no lo sueltas. Quiere decir que Dios te sostiene por tu mano y no deja que te caigas. Podrás decirme, "a mi parece que me soltó". Yo te pregunto: ¿y no será que no lo has puesto todo en sus manos? Quieres todo de Dios pero no le das todo a Dios. Anímate porque la mano de Dios te sostiene y eso es motivo de grande gozo. Puede parecer que su mano no está pero realmente si estás de pie, su mano está sobre ti.    

3. Tienes un Dios que te dice: No temas yo te ayudo - Ese amor de Dios en ti no permitirá que el temor arruine tu día. Dios afirma su bondad para decirte que no estés temeroso/temerosa. Dios vuelve a invitarte a confiar. Dios vuelve a decirte que creas. Dios vuelve a llamarte a creer. Es tiempo de dejar el temor, el miedo y sepas quién es el que te ayuda. El que está contigo, es el que llamó a Abraham y le hizo habitar en familia, es el que sacó a José de la cárcel y lo llevó al Palacio, es el que hace que cuando haya un mar frente a ti se abra, es el que hace que caiga maná cuando llueve, es el que escucha el sufrir del pueblo, es el que salva, es el que envió a su hijo Jesús por ti y por mí. Dios no te ha dejado nunca, ni te dejará porque su promesa es estar contigo siempre. Si parece que Dios no está en tu casa, entonces, llámale que responde. Si la enfermedad ha tocado a tus puertas, avísale que el sana, si la soledad te embarga habla porque te acompaña. Dios afirma sus promesas a través del amor de su hijo porque lo que sostuvo a su hijo en la cruz fuiste TÚ. Dios es tu socorro y te sostiene, cree y no temas.

Oremos: Señor y Dios, tú que haces maravillas, acompañas y guías, extiende tu mano y sostén nuestras vidas. Nuestras fuerzas se agotan, pero tú eres nuestra fuerza, se desnutre nuestra esperanza pero tú eres mi alimento, cuando flaquea mi fe tú mano me sostiene. Sé que estás y que no temeré mal alguno porque mi Dios está conmigo en quien confiaré. En el nombre de Jesús, amén.