"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Si está en la Biblia tiene algo importante que decir. Introducción:
I. Apocalíptica Con el libro de Daniel entra en el AT un género nuevo en un caso único. Todo lo que es de este género se queda fuera, ecepto el final del NT. Es un género tardío. La apocalíptica es heredera de la profecía. Surge cuando la profecía se ha extinguido. Recoge de la profecía el interés por:
Interpretar un escrito es una actividad sapiencial. El apocalíptico reinterpreta una profecía y no apela a un nuevo oráculo de Dios. Influye en este libro la tradición narrativa en su vertiente de ficción, en dimensiones reducidas. Por eso algunos capítulos se parecen a Tobías, Judit y Ester. Todo sirve para transmitir algunas ideas sobre la coexistencia y colaboración con los imperio dominantes. II. La Historia y su Desenlace La historia había sido ocupación primordial de los autores bíblicos, tanto profetas como narradores insignes; desde el territorio minúsculo de Israel o Judá se extendía la mirada a otras naciones (pueblos) que hacían sentir su influjo político o militar. El libro de Daniel es un salto audaz: de golpe se interesa por la historia universal en sus etapas. Para ello tiene que simplificar y concentrar, es verdad; pero lo impresionante es ver cómo el autor se remonta a un observatorio elevado para contemplar en mirada panorámica un horizonte de siglos e imperios del orbe. Capta en su mirada un dramático relevo de imperios. Es una historia pasada que arranca de la destrucción del templo por Nabucodonosor, llega a paso hasta donde se escribe y se abre hacia el desenlace. El desenlace es el centro de gravedad de esa historia esquematizada, por eso es tenso hacia el acto final y la caída del telón. Aquí se empalma la apocalíptica con las llamadas “escatologías proféticas”: Is 24-27; Ez 38-39; Zac 12-14; Is 65-66, y otras. El desenlace es de momento, de modo repentino, aunque previsto por el vidente y explicado por su intérprete. El vidente parece estar viendo en vísperas del desenlace. Este consiste en el gran juicio y en la instauración del reinado definitivo y universal del Señor de la historia, el cual ya ha estado dirigiendo la historia en todos sus periodos. No es cósmico y cualquier elemento cósmico ha sido en la forma más depurada posible. III. Recursos literarios Ante todo la ficción. Son tiempos críticos y puede ser peligroso hablar claro. (No olvidar a Jesús y las parábolas). El autor finge ser un ilustre personaje de la Antigüedad. Henoc, Moises, Baruc, Daniel … a quien Dios revela el futuro y le ordena sellarlo hasta que llegue el momento de ser publicado. Este recurso transforma de golpe la historia en profecía ficticia. La profecía-história es grande en líneas y borrosa en los detalles. El autor recibe de Dios revelaciones importantes que no presenta como oráculos, ni como profecías, sino que empalma con sueños y visiones. Esto no es nuevo, pues lo vemos en los patriarcas y en los más frecuentes Ezequiel y Zacarías. Lo importante del sueño es que deja más espacio a las imágenes. En ello se ve el juego en que uno ve y otro interpreta. Las imágenes suelen ser alegorías. Se trata de un procedimiento muy intelectual: el autor esquematiza uno o varios periódos históricos; después traspone el esquema, miembro a miembro, pieza a pieza, a la imagen articulada. Ahora el autor es genial. Con función alegórica ha sabido crear una serie de imágenes poderosas que han fecundado el arte y el pensamiento occidental:
IV. El libro: LENGUA, ESTRUCTURA Y CONTENIDO Es una obra compleja, escrita en tres lenguas distintas: a) hebreo (1,1-2,4a y caps. 8-12) b) arameo (2, 4b-7,28) c) griego (3,24-90 y caps. 13-14) Esto nos permite ver la complicación de un proceso de formación del libro. Separar el griego es fácil, pero no el hebreo y el arameo. Hipótesis existentes: A) la obra original fue escrita en hebreo, una parte traducida al arameo B) el original era arameo y algunos capítulos traducidos al hebreo. C) El autor del libro empleo ambas lenguas, (se desconoce la razón) D) Existía una colección aramea de los relatos de Daniel (c. 1-6 ó 1-7); una autor posterior tradujo el cap. 1 y añadió en hebreo las visiones de los caps. 8-12. E) Las narraciones de los caps. 2-6 corrían oralmente en arameo; el autor del libro las recopiló y reelaboró en una misma lengua; añadió el sueño del cap. 7, redactándolo en arameo y completó el conjunto de los capítulos 8-12, escritos en hebreos. Estructura y contenido: Se divide el libro en dos bloques perfectamente delimitados: Capítulos 1-6, narraciones sobre Daniel y sus compañeros Capítulos 7-12, visiones de Daniel Se discute si el capítulo 7 es de la primera o de la segunda sección. Desde mi interpretación se trata de un capitulo transicional.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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