"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicciones; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Juan 16.33 La realidad de las dificultades no se esconde en la Escritura. La Palabra Bíblica revela diversas dificultades o a aflicciones en la vida. El pueblo de Israel sufrió bajo el castigo de Egipto por cientos de años. Luego el desierto se convierte en su aflicción, no porque no lo pudieran caminar, sino porque vivían en alejamiento de Dios, sin embargo, Dios los guio en todo momento. La aflicción no detuvo su clamor delante de Dios. Dios vió su aflicción porque les escuchó. Es necesario que mires con fe y valentía lo que estás viviendo. No importa la aflicción que vivas hoy si confías hasta el fin en Jesús te gloriarás de su esperanza. Estaremos en las filas de los victoriosos porque la paz no fue arrebatada por la angustia, el dolor, la desesperación, sino que confiamos en que Cristo Venció. Santiago 1.12 “porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”. Dios sustentó al pueblo en su necesidad con maná en el desierto y cada momento de prueba se convirtió en espacio para confiar en Dios. Dios nos librará de nuestra aflicción porque esperamos en él. Que nada te separe del amor de Cristo. Ninguna circunstancia: “tribulación, o angustia, o persecución, o desnudez, o peligro, o espada, como está escrito... antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”, Romanos 8.35-37. En estos tiempos de aflicción, sin sabor, pena, dolor, etc., es uno que provoca desconsuelo. No puede hablarnos de paz quien no haya vivido el dolor y la aflicción en toda su expresión. Jesús nos exhorta a tener paz en medio de un mundo de aflicciones. Las palabras de Jesús nos mantienen de pie en toda adversidad. Tener paz no implica no sufrir. Podemos pasar por momentos doloroso y tener paz. Se fiel hasta la muerte y el Señor te dará “la corona de la vida”, Ap. 2.10. Cuando la paz de Dios está en nuestro corazón enfrentamos las aflicciones con la certeza de que saldremos airosos. Dios conoce nuestro sufrimiento. Jesús, el hijo de Dios, perdió la vida a causa de nuestro pecado. Lo que afligía nuestra vida, en relación con Dios, fue destrozado desde la cruz. El pecado nos distanció de Dios pero Jesús tomó nuestra posición para que nuestro dolor, a causa de ese pecado, quedara atrás y sin victoria. Si Jesús nos da paz en medio de este mundo es porque ninguna aflicción es duradera. ¡NO te rindas! Los tiempos traen aflicciones pero saldrás victorioso si confías en Jesús. Oremos: Dios de toda consolación. Los días que vivimos son angustiantes pero no desesperanzados. Cada día que podemos abrir nuestros ojos nos brindas la oportunidad de hacer algo para cambiar. Nuestra vida está inundada de tu misericordia y perdón. Hoy seguimos confiados en que la victoria viene de ti. Tú que guías y sustentas, no importa los tiempos, no dejes de darnos tu paz y la victoria. Sustenta y atiende la aflicción de nuestro pueblo. No temeremos, aunque sea removida la tierra, porque tú eres nuestro Dios. ¡Consuela! ¡Consuela!, porque fuerzas faltan en medio de la pérdida y la enfermedad. No desampares la obra de tus manos y afirma en nosotros tus propósitos. Toma el dolor en tus manos heridas en la cruz y abrázanos con tu paz. En el nombre de Jesús, amén.
1 Comment
Wanda Ännette Machuca Ortiz
29/6/2016 10:42:04 am
Este escrito ha sido de gran inspiración y de mucha bendición a mi vida. Lo compartiré a otros y junto a otras personas. Dios le bendiga.
Reply
Leave a Reply. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
All
Archivos
September 2017
|