"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
“Porque él es nuestro Dios... si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón...”, Salmo 95 ¡Piensa! Toma un minuto. Lee con calma esta palabra. Medita en las capas más íntimas de tu ser. No rechaces los impulsos que recibes de Dios. No rechaces la llamada latente de Dios. ¿Desde cuándo Dios viene llamándote? Dios te está invitando a cambiar tu vida, a comenzar de nuevo, no digas lo sé, ¡Hazlo! ¡Levántate! NO sigas detenido y da un paso significativo. Toma hoy la decisión de hacer su voluntad sin miedo. No definas tu relación con Dios por tus estados de ánimos. Dios no deja de amarte cuanto te enojas, estas triste, estas enfermo, no tengas trabajo, te sientas solo, etc. Dios siempre te ama porque eres suyo. Dile a Dios que tenga de ti misericordia y que actúe en ti, pero haz tu parte. Tráele a Dios tus odres y no esperes que los llene sino que los transforme. Ya Dios te ha dado su Palabra. No tengas prisa, todo es al tiempo de Dios. No esperes a no poder buscarle para servirle. No permitas que tu oración languidezca. Jesús dijo: “El que no permanece en mí será cortado”. No pretendas que los cambios sean radicales más bien toma una decisión radical. Sino le puedes servir cómo pretendes que te transforme. No hagas como algunos de los discípulos que le servían de lejos. Así como no tenemos una relación de lejos con quienes amamos tampoco con Dios. La conversión no es fruto de tu empeño, ni de tus fuerzas, ni de tus capacidades, sino de obediencia. “En lo poco fuiste fiel en lo mucho te pondré”. Dios te llama a que te conviertas y seas fiel y emergerá de forma intermitente un proceso firme de vida. Dios no invade, Dios transforma. Dios quiere resolver lo que tienes en tu interior cuando tu voluntad sea humillada ante él y oigas su voz. Dios tiene planes contigo, pero, ¿tú tienes planes con Dios? Siempre es bueno contar con Dios, pero, ¿Dios puede contar contigo? Si oyes hoy su voz no endurezcas tu corazón. Oremos: Dios de la vida. Ten misericordia de mí. Una vez más tú Palabra me desafía. Tu llamada es inminente y quiero obedecer. Ayúdame a que mis palabras no sean más fuertes que mis actos. Quiero hacer tu voluntad. Si me llamas quiero responder para ir a adorarte antes que sea tarde. Aquí estoy y solo espero en ti. en el nombre de Jesús, amén.
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Isaac Sierra
16/3/2017 09:35:45 am
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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