"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Lucas 21.34 »Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y de embriaguez y de las preocupaciones de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día, 35 porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de la tierra. 36 Velad, pues, orando en todo tiempo que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del hombre». [1]
Las palabras de Jesús son seguras "el cielo y la tierra pasarán mas su palabra no pasará". Hay quienes andan viviendo, si es que se le puede llamar vivir, en "glotonerías, embriaguez". Quien crea que dichas acciones son seguras se engañan a sí mismo. Es por ello que la exhortación es "mirad por vosotros mismos". Es una advertencia aplicable a todos los creyentes. Mientras estemos en esta tierra no estamos seguros de nada. El peligro es inminente y constante. No velar por "aquel día". Que ese día del Señor nos tome cual sorpresa y el lazo venga sobre nosotros. No podemos engañarnos con acciones oscuras que intentan buscar, falsos remedios, para sus males. ¿Cómo soluciona su problema quien se embriaga? Ese actuar en libertinaje carga nuestros pasos y deteriora nuestras capacidades para ver por nosotros mismos. Hay que tener un objetivo en el Señor y es "ser tenidos por dignos de escapara de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del hombre". Ya sabemos que el borracho no puede estar en pie y no es digno de escapar de nada. Ser dignos delante de Dios es no olvidar nuestra indignidad. No olvidemos que la sobriedad nos permite ver la realidad. La marca ante las circunstancias de la vida está en la actitud con que veamos los tiempos. Hermanos y hermanas, ya la vida en sí misma es complicada, cuánto no más complicada de manera insensata, sin la capacidad de ver dónde colocamos nuestros pies y no ver el peligro. El imperativo es velad (agrupnéo) en todo tiempo orando (déomai), o rogando para tener la suficiente fuerza para enfrentar con dignidad la vida, sin claudicar en la fe para poder estar en pie. Oremos: Dios y Señor Jesús. Tendré cuidado y te pido así por mis hermanos y hermanas. Estar listo ante los verdaderos peligros a los que nos exponemos en diálogo contigo. Te pido fortaleza para que mi pie no tropiece y mis ojos no se extravíen. Quiero estar listo cuando llegue el día de tu regreso y afirmar mis pasos con dignidad. Estos tiempos son complicados, pero los veo desde la esperanza que encuentro en ti. En el nombre de Jesús, amén. [1] Reina Valera Revisada (1995) Bible Text. (1998). (Lc 21.34–36). Miami: Sociedades Biblicas Unidas.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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