"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
2 Corintios 10.3-6 Los patrones habituales de pensamiento se convierten en fortalezas en nuestras mentes. ¿En dónde es que se arraigan esas fortalezas en nosotros/nosotras? En las zonas de nuestras debilidades. Cuando estamos frente a la tentación, usted, podrá decir, "yo no voy a caer porque yo puedo con esto", también puede decir, "yo controlo o yo sé hasta dónde puedo". No sea ingenuo. Si Satanás es capaz de engañarlo a usted, de astutamente manipularlo y seducirlo no lo hará sin que al principio ud no tenga el control. Ud cree que tiene el control pero se está convirtiendo poco a poco en marioneta de la tentación. Ya ha sido visto como débil en esa área y en esa zona será atacado constantemente. Es por ello que esa área se convertirá en la "fortaleza espiritual para el diablo". Nuestras debilidades son las fortalezas y aéreas de trabajo del enemigo. Son el lugar en el que el diablo se sostiene, pero cuando ud cede no se hace un lugar de apoyo sino que se convierte en una posición firme para el diablo y en la medida que ud cede se hace una fortaleza. La Palabra dice: "las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas". Lo que ud y yo poseemos no está limitado a nuestras capacidades sino a lo que Dios nos da en su infinita bondad. Esas armas son espirituales, porque lo espiritual se enfrenta con lo espiritual para "derribar argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios".
Ninguna fortaleza tentadora es capaz de sostenerse si nuestras armas vienen de Dios. No existe barrera que no sea franqueada por el poder de Dios. No hay cosa alguna que Dios no pueda derribar en tu vida. Deja, que todo lo que se ha convertido en fortaleza destrucción en ti, Dios lo derribe. Todo argumento y altivez que pueda ser utilizado para manipular las cosas son engaños del diablo para tu vida. Los argumentos son las justificaciones, son las acciones mentirosas que utilizamos como verdad, son la racionalización que utilizamos para seguir pecando delante de Dios. Esos argumentos los utilizamos para que cuando Dios nos habla digamos "ese no fue Dios", "a mi Dios no me ha hablado". Esos argumentos en tu vida están llenos de dudas, división, decepción, pero no de Dios. Es por eso que llega la altivez. Este es el momento en que sabes tanto que no sabes nada. En la altivez no se crea una relación con Dios sino contigo mismo/misma. Es el momento de la caída. ¿Sabe que la Palabra dice que después de la altivez de espíritu viene la caída? Estos argumentos y altivez se oponen al conocimiento de Dios. Hoy, lleve cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. Como diría un amigo cuando entendió que no hay forma de esconderse de Dios: "ya no voy a huir más". Debemos controlar nuestros pensamiento antes que ellos nos controlen a nosotros. Llevemos todo pensamiento a la obediencia de Cristo. Ponga en las manos de Dios, todo pensamiento de, especulación, justificación, mentira piadosa, falsedad, idea corrupta, noción hueca, etc. y cautívela en la cárcel de la OBEDIENCIA y no los deje salir, póngale un grillete y no permita que su pensamiento ande libre, sea su custodio en el nombre de Jesús y toda fortaleza del enemigo en su vida será destruida. Piense como Dios, viva para Dios y ande por Dios. Cuando ud cede a la tentación sabe el resultado, pero cuando usted se somete en obediencia a Dios cosas más grandes de las que has vistos verás. Es tiempo de no darle lugar a toda manifestación del enemigo en su vida. Levántate, y toma tu posición en Dios. Toma las armas en Dios y destruye las fortalezas que no te permiten obedecer a Dios. Nuestra tentación no es más grande que Dios. Oremos: Dios y Señor Jesucristo, tú eres mi fortaleza, mi pronto auxilio, mi refugio, mi respirar, mi vida, y solo en ti pongo todos mis pensamientos para que en esa obediencia crezcas tú y mengue yo. En tu nombre amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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