"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Salmo 85.8 “Escucharé lo que hablara Jehová Dios, porque hablaré paz a su pueblo y a sus santos para que no se vuelvan a la locura”.
El siglo XXI ha tenido tiempos de inseguridad mundial. Por un lado los ataques han sido la orden del día en el, llamado, Viejo Mundo. En América la dinámica tiene otras guerras (discrimen, contaminación, exclusión, etc.) y de constantes discursos estériles. Si observamos en nuestro país nos damos cuenta del constante derramamiento de sangre que inunda nuestras calles. Pareciera que el germen de la muerte y la desgracia ha mutado y está deteriorando y destruyendo toda esperanza. Ante ese cuadro, cual espejo claro-oscuro, nos movemos cada día. No sentimos el dolor hasta que es masivo, pero, peor aún, nos hemos insensibilizado a una muerte porque tenemos una decena en un fin de semana. Ya se considera un ataque aquello que irrumpe en la cotidianidad de una sociedad con imagen de paz. Pensar que matar a alguien es un ataque ha pasado a los núcleos de los afectados. Creo que vivimos tiempos de insensibilidad. El corazón ha endurecido, como el de faraón, porque la opresión y el dolor son normal ante la realidad. Quien hace normal ver una muerte tiene un corazón endurecido. Un accidente donde muere alguien solo provoca lastima y una expresión aparente. Escuchare lo que hablara Dios, porque hablara paz a su pueblo. Necesitamos paz y su pueblo es el mundo. No subestime lo que dice la Escritura. Pueblo es aquel lugar donde los corazones laten. Esa paz es necesaria donde quiera que haya guerra, dolor, angustia, turbación, opresión, exclusión, etc. Que tu anuncio sea palabra de paz. Si no tienes palabra de paz no tendrás nada que aportar al pueblo. Esa palabra de paz evitara que el pueblo se vuelva a la locura. Hay palabra de esperanza ante lo que nuestros ojos ven. No volvernos a la locura es evitar la irracionalidad y la insensatez. La palabra de Dios debe ser esperada como esperamos la mañana. Cuando esperamos la mañana afirmamos la esperanza. La Palabra de Dios trae consigo paz y en paz guardamos la compostura. La crisis y los ataques vividos en estos tiempos no son la acción racional sino la acción de la locura. Dios ha blara paz y no permitirá que nos volvamos a la locura. Cuando escuchamos a algunos decir que no saben por qué hicieron las cosas nos damos cuenta que algo anda mal, pero cuando lo hacen sabiendo lo animal=irracional ha tenido lugar. La posible acción irracional no se desprende de un sinsentido sino más bien de problemas en los sentidos. La locura ha tomado lugar en sus vidas y actúan insensatamente. Ellos han puesto el acento en la falta de meditación, pero nosotros meditaremos en la Palabra de paz que Dios dará a su pueblo. Confío en esa Palabra para que, como pueblo, no nos volvamos a la locura. Oremos: Dios de paz y razón. Dios que guías y salvas. Nuestra tierra sufre los horrores de sus propios principios. Los ataques inician allí donde la muerte llega desde otras manos. No importa si es uno o son cientos la sangre derramada por otros nos entristece. Tú siempre tienes algo que decirnos. Hoy tu palabra nos esperanza al decirnos que será de paz para que no nos volvamos a la locura. Sé que muchos actúan con intereses particulares y personales pero sin razón. Por favor Dios, ayúdanos, no permitas que la necedad y la insensatez nos enloquezcan. Hoy somos más los que hemos dado un abrazo que los que han levantado sus manos para destruir. Que tu paz sea la razón por la que sigue viviendo el pueblo. Tu hijo, Jesús, en la cruz inicio una reconciliación que parecía perdida. En esa reconciliación estamos los unos con los demás. Ilumina a los pueblos y la paz llegue para que la locura no encuentre lugar. En el nombre de Jesús, amen.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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