"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Leer Salmo 37.1-5
En ocasiones se nos hace difícil comprender, malhechores, prosperan y tienen "éxito". ¿Sabes lo que dice la Escritura? "No te impacientes" ... "ni tengas envidia". Parece que ellos triunfan y Dios no hace nada a favor nuestro. La envidia puede ser tal que muchos quieran volver a lo que eran con tal de disfrutar de ello. Vamos otra vez a repetir lo que dice "no te impacientes", "ni tengas miedo". Incluso, me atrevo proponer que no te alegres por su ruina (v.2). Tus ojos no deben estar en la gente sino en Dios. Los que crecen como la hierba ya sabemos que se marchitan. Todo es efímero. Se nos exhorta a vivir confiados en Dios. Quien vive en Dios es protegido de la impaciencia. Confiar en el Señor "es esperar, es reposar tranquilo" en la promesa del Señor. Dios "hará, actuará'' a favor tuyo. Cuando dice que encomiendes está destacando lo que no puedes hacer con tus fuerzas. Encomienda a Dios tu situación. Dios siempre hará lo que tú no puedes hacer. Ten paz ante toda adversidad porque tu compromiso es con Dios. Dios concederá las peticiones de tu corazón. La esencia del buen vivir no es tener sino confiar en Dios. No podemos hallar deleite en Dios si queremos vivir como nos plazca. Dios no mira la simpleza de las posesiones terrenales sino de las cosas profundas, de las que habitan en el corazón, de las que nadie puede comprar, ni nadie puede darte sino él. Cuando decimos encomienda a Dios, estamos diciendo "haz rodar hasta Dios tu camino". Coloca todo en las manos de Dios. Eso implica que lo que hayas puesto en las manos de Dios no necesariamente tiene un resultado para tu gusto pero sí para tu bien. Dios se enfocará en tu vida y te sacará de los apuros, de las crisis, de las situaciones, llámense como se llamen, pero conforme a su voluntad. Oremos: Dios y Señor de mi vida. Confiar en ti y mantenerme fiel es el horizonte por el cual mi caminar da sus pasos. En ocasiones me he cansado, pero tu mano me ha socorrido. En otras no he visto lo que quiero ver, pero siempre me doy cuenta que tu plan es mejor que el mío. Que no importa el tiempo que pase, si mi deleite eres tú, actúas para satisfacer el corazón con la paz y la certeza de tu presencia. Que nada me irrite y me impaciente en el diario vivir. Mi causa está en tus manos y la encomiendo conforme a tu tiempo. En ti espero Señor, en tu nombre, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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