"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Éxodo 15,22-27 Israel había soportado cuarenta años por el desierto. Sin embargo, continuaban con sus malas actitudes ante Dios. Entran en un mini-desierto por tres días "sin hallar agua". Los israelitas comenzaron a mirar hacia abajo. Era tanta la bendición que habían experimentado que se les olvidó mirar a quien tenían que mirar. Muchas veces colocamos nuestras miradas en las circunstancias. Incluso, es posible que encontremos agua, pero como Israel, amargas. Encontraron aguas amargas, no bebible. Aquel lugar fue llamado Mara que significa amargas. Cuando lo que encontramos no nos agrada comienza la queja. Dice la Escritura que el pueblo murmuró. Esa murmuración es producto de la desconfianza en Dios. Si tan solo pudiéramos clamar en lugar de quejarnos "lo amargo se tornará en dulce". Deja la queja y clama a Dios que él siempre responde. Si miramos a Dios y no las circunstancias afirmaremos nuestra confianza en Dios. Llegarás al lugar donde habrá abundancia. Dios es nuestra verdadera fuente de agua dulce, así que no busques agua en otro lugar porque puede ser amarga. Dios sigue siendo nuestro sanador y calmante en la sed. Acamparás en el desierto y las aguas serán dulces porque Dios no abandona a su pueblo.
Oremos: Dios, fuente de vida eterna. Guía en el desierto y Sustento. Que nuestros ojos jamás miren las circunstancias como definición de vida. Que las circunstancias no sean mi obstáculo sino mi impulso. Confío en ti porque eres la fuente de la que he tomado siempre. No tengo a nadie más. En tu nombre, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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