"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Hageo 1.2-8,13. La casa de Dios está desierta. La gente va a todos lados menos a la casa de Dios. Construyen sus casas con cuanto adorno hay pero no con la voluntad de Dios. Incluso, los templos, de hoy. ¿De qué nos sirve una casa con todo lujo, pero sin Dios? ¿Nuestra casa estará desierta? ¿Tendrá a Dios? No solo la casa, el templo, sino la nuestra. Andar sin la voluntad de Dios es como andar sin su Espíritu. Es decir, es estar muerto/muerta. Dios le decía, a través del profeta, al pueblo: "Meditad bien sobre vuestros caminos". Es más lo que estamos ajetreados que lo que podemos meditar. Nuestra vida es un correr para aquí y un correr para allá. Estamos sumergido en la rapidez de la sociedad. Todo es corriendo. Meditar es reflexionar sobre lo que hacemos. Cada día nuestros pasos son aligerados a cosas que no son de Dios. Caminamos a todos lados menos a la búsqueda de Dios. Todo parece bien, nada es malo, nada es pecado, no hay conductas equivocadas y entonces nuestros caminos no tienen ninguna amonestación. Yo creo que en este tiempo debemos meditar bien sobre nuestros caminos. No meditar y vivir sin Dios provocó que se detuvieran la lluvia y los frutos de la tierra. La angustia tocó al pueblo. ¿Qué hacemos? ¿A dónde vamos? ¿Con quién nos pasamos?
1. Sembramos mucho y recogemos poco. 2. Comemos y no nos saciamos. 3. Bebemos y no quedamos satisfechos. 4. El que trabaja recibe su jornal en saco roto. Ante ello debemos "meditar bien sobre vuestros caminos". Les exhorto a subir a la presencia de Dios y traer lo que puede reedificar nuestras casas. Si nuestras casas son reedificadas sobre lo que Dios nos da, entonces Dios pondrá su voluntad en ella. Cuando permitimos que la voluntad de Dios esté en nuestras casas y nuestra casa(templo), entonces, podemos hacer nuestra la promesa: "Yo estoy con vosotros, dice el Señor". Entonces, oyeron la voz de Dios y temieron delante del Señor. Oremos: Dios de la vida. Sin tu presencia no podemos estar. Necesitamos que estés con nosotros en nuestras casas y en nuestros templos. Necesitamos que estés en nuestras vidas, templo de tu Espíritu Santo. Si en nuestros caminos, no estás, de qué sirve seguir caminando. Tú, nuestra razón de ser, haz tu voluntad, para siempre estés con nosotros. Escuchamos tu voz y tememos delante de ti. No nos faltes porque si tú no estás de qué sirve. En el nombre de Jesús, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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