"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
2 da Samuel 5.17-20
Estar ungido es ser separado para un propósito. David había sido ungido y los filisteos se enteraron y fueron a buscarlo. Sin embargo David "descendió a la fortaleza". En aquel lugar David consultó a Dios. Los filisteos estaban buscándolo pero antes de contraatacar David consultó a Dios. El enemigo se entera de que eres diferente, de que le perteneces a Dios, de que has sido tocado por Dios y vendrá con todo su ejército a destruirte. Antes de mover una mano, un pie, un brazo, consulta a Dios. No olvides que nuestras vidas se mueven en la voluntad de Dios. David le preguntó a Dios que si podía ir contra los filisteos y Dios le dijo que sí. Dios le dijo: "ve porque ciertamente entregaré a los filisteos en tus manos". Cuando actuamos en obediencia a la voz de Dios nuestra vida tendrá el mismo resultado de David. "David venció... y Dios quebrantó al enemigo delante de mí...". Impresionante lo que Dios hace cuando le consultamos. Dios te dará la victoria pero no hagas lo que le corresponde a Dios. Quien coloca su mano donde va la de Dios ya le espera las consecuencias de sus propios actos. Vencer en Dios es el resultado de discernir su voz en medio de la batalla. Cuando la identidad que tienes en Cristo es conocida tu batalla será recia pero no faltará palabra de Dios para fortalecer tu vida. Eres de Dios y que todos lo sepan. Siempre habrá filisteos en nuestra vida pero también Dios estará para escucharnos y darnos palabra para salir vencedores. Oremos: Dios que guardas la vida. Dios que sostiene en la batalla. Dios que unges y separas. Venimos ante ti para que nuestras batallas no sean desde nuestros intereses sino desde la obediencia. Quien sea nuestro filisteo ayúdanos a vencerlos. Da discernimiento a nuestras vidas para actuar en tu voluntad y enfrentar nuestras batallas en tu nombre. En el nombre de Jesús, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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