"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Apocalipsis 22,1 "Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero". El río del agua de la vida es un reflejo del Antiguo Testamento. Había un río que regaba el Huerto del Edén haciéndole fructífero (Gn 2,8-16). Ezequiel habla del río que salía del Templo (Ezequiel 47,1-7). El salmista canta al río cuyas corrientes alegran la Ciudad de Dios (Sal 46,4). Y Joel dijo: Saldrá una fuente de la Casa del Señor (Joel 3,18).
Así sabemos que la Escritura Sagrada es fuente de vida. Jeremías habla de que el pueblo ha dejado a Dios, que es la fuente de aguas vivas, para cavarse cisternas agrietadas que no pueden retener agua. Sabe lo que dice el proverbista: "El temor del Señor es manantial de vida", Prov 14.27. Jesús nos dice: "El que crea en Mí, de su interior brotarán ríos de agua viva". Lo que plantea que si queremos disfrutar del agua viva debemos creerle a Jesús. No cualquier cosa nos será dada sino la vida abundante. Yo le creo a Jesús y sé que también veré ese río de agua de vida. La vida abundante, el manantial de vida, están en Jesús. Oremos: Dios, gracias por la misericordia de tu Evangelio en nuestras vidas. Yo también creí y espero algún día ver ese río de agua de vida. Ya creí y han brotado en mi ser esos ríos de agua de vida. Confío hasta el fin de mis días caminar a tu lado porque no importa lo largo del camino tú seguirás siendo mi fuente de vida eterna. En el nombre de Jesús, amén.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
All
Archivos
September 2017
|