"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Mateo 12.15-23
La presencia de Jesús por los alrededores de Galilea, anuncian, para Mateo, el cumplimiento del Mesías. Las acciones de Jesús lo delataban. De hecho, las nuestras también. Una de las cosas que delataba a Jesús, aunque decía que no le descubriesen, era que sanaba a todos. Su presencia era el cumplimiento y eso era inminente e impostergable. Era el reino de Dios acercado, era la luz en medio de las tinieblas, era la esperanza de Israel, desde los tiempos inmemorables. Dichas acciones provocaban que la gente siguiera a Jesús. Lo mismo debe ocurrir con la Iglesia hoy. Nuestras acciones deben delatarnos y provocar que la gente siga a Jesús. ¿Qué está ocurriendo? Si la acción de Jesús reveló su ministerio también el de la iglesia será revelado por su acción. Hacer la voluntad de Dios en su acción fue el principio catapultador de Jesús. ¿Cuál es el tuyo? Nuestras acciones afirmarán las expresiones proféticas: 1. He aquí mi siervo, a quien he escogido 2. Mi amado en quien se agrada mi alma La mirada de Dios es indiscutible cuando actuamos en su voluntad. Nuestro llamado no se gloría de lo que nos sirven sino de a quién servimos. Jesús decidió por el plan de Dios en su vida. Como hijo actuó en favor de la humanidad. Incluso, su voluntad es quebrada, al hacerse discípulo del Bautista. Ha llegado a nosotros por su acción de vida. Entonces, Jesús llega a nosotros y nosotras por su acción. Su interés por los pobres, débiles, necesitados. Jesús vino a levantar manos caídas y rodillas paralizadas. Vino a hacer sendas derechas para nuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. No es una acción rebelde, sino una acción sin contiendas, de la palabra "eris". No será una voz de opresión, de abuso, sino una voz que provocará sanación. Ya la mecha no estará humeando sino que habrá luz otra vez en Jesús. Nuestra esperanza viva es Jesús. Ya no habrá ciegos, ni mudos porque a quienes no ven y no pueden hablar Jesús les devuelve la vista y la voz. Nuestro pueblo cristiano ni está ciego ni es sordo porque andamos con Jesús. Que lo sepa la gente y que nuestra acción como creyente nos rebele que tenemos a Jesús. Oremos: Dios y Señor Jesús. Tú nos sacaras a victoria. Tu acción en la cruz reveló la salvación para nuestras vidas. Confiamos en que estás con tu pueblo. Necesitamos tus cuidados y acompañamientos constantes. Por eso puedo afirmar Mateo 12.21 "y en su nombre esperan los gentiles". Esperamos porque nos sanarás de nuestras sordera, mudez ante las realidades en que vive nuestro pueblo. En tu nombre, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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