"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Jesús tenía hambre. Divisa una higuera a lo lejos, pero solo tenía hojas. Cuando Jesús llegó al templo echó a los que estaban vendiendo, derribó las mesas y reclama al decirles que “mi casa es casa de oración y ustedes la han convertido en cueva de ladrones”. Cuando se enteraron los escribas y fariseos buscaban la forma de matarlo, porque le tenían miedo. (Marcos 11.12-19).
Jesús solo ha realizado milagros y lo buscan para matarlo. ¿Por cuál obra es que lo mataron? ¿Por sanar al ciego, por resucitar la hija de Jairo, por levantar la mujer encorvada, etc.? En el camino Jesús, como cualquier ser humano, le da hambre. Sin embargo, la higuera no tenía frutos. Llega a su casa de oración (el templo) y tampoco encuentra fruto sino gente comerciando en donde se ora. ¿Qué cree? Lo que ocurre con la higuera es un aviso de lo que ocurre con el templo. Es decir, la higuera no tenía frutos porque no era tiempo de higuera. Es un mensaje en forma de parábola para hacernos entender que en el templo tampoco hay frutos. ¿Habrá fruto en nuestras vidas? ¿Tendremos frutos en la casa de Dios? Es lunes y buscaban matar a Jesús. ¿Si Jesús toca lo que hacemos, aunque esté incorrecto, lo matamos? Nuestros frutos son nuestro testimonio. Oremos: Dios y padre de nuestras vidas. Quizás hoy busques frutos en mí. Espero tenerlos y que cuando me mires no esté cambiando mis bendiciones por maldiciones. Espero que no me llames cambista y tires las mesas cuando me veas. No quiero ser parte de los que utilizan los espacios sagrados para vender y hacer dinero y no para orar y alcanzar el reino de los cielos. Ayúdame a ser un cristiano con frutos. Que mi vida sea el templo en el que encuentres frutos y provoquen que ya no viva yo sino que tú vivas en mí. En el nombre de Jesús, amén.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
All
Archivos
September 2017
|