"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
“Más el justo por la fe vivirá”, Romanos 1.17b.
Dios es el fundamento de nuestra fe. Para tener una vida victoriosa no puedes tener una fe acabada. La calidad de tu fe determina la calidad de tu vida. Sin fe es imposible agradar a Dios. Lo que la Palabra nos está revelando es que no se trata de hacia dónde apunta nuestra fe sino a nuestra manera de vivir la fe. Es lo que destacábamos el domingo en la predicación, la vida y la fe tienen que conectarse. Si sonríes pero estás triste estás siendo hipócrita contigo mismo. Eso es lo que ocurre con un cristiano que dice que tiene fe pero no puede vivirlo. Si queremos fortalecer nuestra fe debemos meditar en su Palabra día y noche (Salmo 1). Este salmo revela que darás fruto a tiempo, que su hoja no cae y que prosperarás porque estás sembrado junto a corrientes de agua. Entre más cerca de la fuente eterna más firmeza habrá en tu vida y más fe para alcanzar tu victoria. Hay quienes están más preocupados por si le falta dinero en la cuenta que por si le falta fe. El que busca y ama las riquezas vive afanado y el que vive por fe sabe que sus peticiones son conocidas por Dios. Sin fe la vida es una carga porque no tiene qué la motive a seguir caminando. ¿Sabe que la palabra dice que el yugo del Señor es fácil y ligera su carga? ¿NO le parece que hay que mirar con ojos de fe? La fe es crucial en la vida. Con la fe alcanzamos nuestros sueños, nos levantamos de la crisis, miramos el horizonte, nos atrevemos a caminar sobre las aguas, etc. La fe es el fundamento de mi convicción. Cuando tenemos fe no solo creemos sino que también nos llenamos de Dios. Lo que mata mi fe es la pereza – lo hago mañana – no puedo ahora – estoy cansado. La desobediencia a la voz de Dios también es asesina de fe. Servir a dos Señores también mata tu fe porque o sirves a uno o al otro. Lo que te quiero decir es que tarde que temprano gana el que te da gusto pero no el que provoca que seas edificado. Cuando menciono los dos señores lo hago porque no sabes a quién servir y la falta de decisión es un peligro para la fe. Para reavivar tu fe, Ora, no te conformes a este siglo. Solo Dios puede transformar nuestra manera de pensar y si nuestra manera de pensar cambia puedo vivir diferente. Dios quiere que seas transformado para que pueda haber en ti la experiencia de una nueva creación. Un elemento importante para fortalecer tu vida: Congrégate. Cuando estamos juntos nos exponemos menos. La fe tiene que provocar que vivas cada día esperanzado y no que te mueras. Oremos: Dios bueno. Gracias por un nuevo día. Tú eres mi esperanza y mi fortaleza. No dejaré de caminar y creer porque eres la razón por la que mi fe sigue viva. Mis días han sido duros pero mi Dios es quien me ayuda a vencer. Venceré porque mi Dios vence todo. En tu nombre, Jesús, Amén. Basado en el libro: Esteban Reina. Forjando tu carácter, 2012.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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