"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
El trato con la culpa
Basado en el libro: Grun, Anselm. Jesús como terapeuta. Argentina: Agape - Bonum - Guadalupe - San Pablo, 2014. Lucas 16,1-8 No nos escapamos al tema de la “culpa”. No es que dejemos de hablar de la culpa en las iglesias pero creo que hemos sido, los pasados años, muy fuertes. Por tener sermones de culpabilidad hubo gente que jamás volvió a levantarse de donde cayó. No es dejar de señalar lo malo porque no hacerlo es nocivo. Cuando no se exterioriza se encarna en “ira, en la angustia, en el enojo o en presiones reiteradas” (Grun 2014, 15). “En los trastornos obsesivos-compulsivos hay siempre en última instancia una culpa reprimida”, A. Grün. Dice Albert Gorres “quien extravía el sentimiento de culpa pierde algo esencial de su humanidad”. Es por ello que en lugar de culpa se torna en temores al fracaso y las depresiones quienes atormentan al ser humano. ¿Cómo trato con la culpa de manera que no afecte mi autoestima? Jesús, atiende este tema comparándolo con la parábola del mayordomo. En esta parábola parece que el mayordomo traiciona a su Señor. Donde parece que algo nos enoja es precisamente donde Jesús nos quiere decir algo. Jesús quiere que nos veamos en la parábola. Juzgamos duro cuando tratamos de forma inadecuada nuestra propia culpa. Esto aflora en una serie de preguntas con nosotros mismos. ¿Qué voy a hacer ahora que mi Señor me quita el cargo? No tengo fuerzas y me da vergüenza, (Lc 16.3). Estos son los caminos que recorremos cuando reaccionamos a la culpa. El camino es duro y apretamos los dientes viendo la culpa en los demás. Por otro lado está la aceptación y el gran comentario de “yo soy así”. Mendigando dádivas y auto-inculpándonos. En esto se pierde el deseo de vivir. Dios cancela nuestra culpa no por lo que podamos hacer sino por lo que hizo por nosotros. NO podemos ser como los esenios, conocidos como “piadosos” pero cuando alguien fallaba era aislado. Jesús mueve algo en nosotros a través de la parábola. Cuando actuamos en las palabras de Jesús experimentamos una nueva libertad y amplitud en el trato con la culpa. Saborear la culpabilidad del otro/otra es diabólico. ¿Queremos que la gente se levante, no se caiga o más bien que sigan siendo los que son? Si hay que ir a la casa del otro, como el mayordomo vayamos. Está permitido agachar la cabeza y reconocer nuestros errores para luego levantarla con dignidad frente a quienes fallamos. Oremos: Dios bueno. Gracias por tu amor y bondad. Ciertamente nuestra culpa tuvo cancelación en la cruz. Gracias Jesús. Ayúdanos en esta Navidad a ser reconciliadores y volvernos a ti cuando las respuestas puedan ser inadecuadas. Ser honesto y transparente delante de ti porque a ti no se te esconde nada es la razón para seguir caminando. La culpa de mis errores está delante de ti y sé que tu perdón me levanta para seguir caminando en la vida. En el nombre de Jesús, amén.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
All
Archivos
September 2017
|