"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Lucas 9.23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.
El creyente quiere seguir el evangelio sin cruz. Lo que no puede olvidar el creyente es que sin Cruz no hay Evangelio. Un seguir a Jesús sin cruz es poner a Dios al servicio nuestro bienestar. Cuando Pedro se opuso a que Jesús llegara a la cruz Jesús le reprendió. El riesgo es grande. Pedro estaba escandalizado. Hoy muchos se escandalizan de la cruz porque no quieren que Jesús le imponga el sufrimiento. Sin embargo, los humanos hemos colocado a Jesús en la cruz y le hemos impuesto el sufrimiento con nuestro pecado. Tengamos cuidado con vaciarnos del verdadero contenido de la cruz. Cuando afirmamos ir en pos de Jesús no olvide que la cruz es nuestro elemento vital para comprender el servicio incondicional del reino de Dios. Representa, esa cruz, el sufrimiento con el que nos encontraremos. No es que busquemos cruces sino que aceptamos la crucifixión que llega por seguir los pasos de Jesús. Quien carga la cruz tras los pasos de Jesús está capacitado para los riesgos, los conflictos, el sufrimiento, el desprestigio, la crítica, las descalificaciones, del dolor, el rechazo, la soledad ... Quien acepta cargar la cruz se posiciona no a escondidas de la realidad sino frente a lo que le permitirá estar tras Jesús cada día. Oremos: Jesús, Señor de mi vida. Crucificado y azotado por mí. No tuviste en cuenta el dolor, el sufrimiento, la soledad, el abandono, el desprestigio a causa de mi salvación. Vivir de espaldas a la cruz es no aceptar al Crucificado. No aceptamos olvidar la cruz. Ella, la cruz, nos prepara para comprender tu misión. Ayúdame a no olvidar que nuestra misión contiene cruz. En tu nombre, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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