"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
2 Corintios 12.10
Toda adversidad nos hace pensar en qué y quiénes somos. Nos muestra el mundo en que vivimos y la realidad. NO es una opción. ¿A quién le agrada la adversidad? Escucho constantemente y digo: “estoy de pie”. La adversidad es pena, sufrimiento, dolor, y se experimenta porque estamos en un mundo caído. Las adversidades en la Biblia nos muestran lo que Dios hizo al final en cada vida. José experimentó la traición, que lo vendieran, que lo tiraran etc. Luego ocupó el lugar más grande de Egipto. Moisés tuvo que pasar huyendo, gran parte de su vida, y el desierto se convirtió en su casa. Luego Dios lo llamó a ser el líder de su pueblo. Job lo tenía todo y lo perdió todo, pero luego Dios le compensó el doble. Daniel tuvo que pasar por el foso de los leones pero fue colocado sobre los principales del reino. La mujer del flujo de sangre lo gastó todo y lo sufrió por más de 12 años y al final tocó a Jesús y ello le hizo libre. El ciego Bartimeo vivió junto al camino muchos años pero luego escuchó a Jesús pasar y no dudó en gritarle hasta que Jesús le escuchara y le atendiera. En la experiencia que vivas Dios fortalecerá tu fe y te permitirá ser más paciente. Cada día volvemos a ver la misericordia de Dios. Esa misericordia que nos alimenta para seguir caminando. Ante las durezas de la vida aprendemos a confiar la vida en Dios. Hay quienes no se acercan a Dios aunque todo señale que deben hacerlo. Nuestra vida requiere de vivir enfrentando cada dificultad/adversidad en el nombre de Jesús. Sino tengo a Jesús no podré enfrentar mis adversidades de la manera en que él las enfrentó. Si la adversidad llega a tu vida no dejes de enfrentarla. Caer ante los estragos de las pruebas es dejar que todo se acabe. “porque cuando soy débil entonces soy fuerte”. La adversidad podrá llegarán a tu vida pero no son tu vida, las enfrentarás y saldrás airoso/a. Oremos: Dios bueno. Gracias por un nuevo día. Sé que las dificultades de la vida no las puedo evitar. Solo te pido que las pueda enfrentar en tu nombre. Yo mismo no puedo enfrentarlas con mis fuerzas. Estoy frágil y solo tú multiplicas fuerzas al que no tiene ninguna. Fortaleza mía a ti cantaré, porque eres oh Dios mi refugio, el Dios de misericordia. Sin duda me enseñarás a vivir en plena confianza en ti y saldré como el oro. En el nombre de Jesús, mi Salvador, amén.
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Celia V. Martínez
19/9/2016 07:50:26 am
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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