"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Hebreos 2.18 "Pues cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados".
Jesús enfrentó toda tentación al enfrentar personalmente a Satanás. La debilidad de su humanidad fue evidente, pero mayor fue su deseo de hacer la voluntad del Padre y cumplir su propósito. El hambre, la sed, el cansancio, el sueño y la tristeza, situaciones todas por las que pasó Jesús no doblaron su voluntad. Llegó para ser como nosotros y nosotras. En medio de cuerpo humano vencer al enemigo, la muerte, dicho sea de paso, producto del pecado y la tentación. Su acción sacerdotal mediante el sacrificio nos libró de maldiciones. Su perdón reina sobre los pecados y su amor fluye como rio hacia los redimidos, ello autoriza y capacita a Jesús para socorrer cada una de nuestras vidas. El sufrimiento de Jesús fue su mayor comprensión para tu dolor. La intensidad de la tentación, por grande que sea, jamás alcanzará los linderos de la misericordia, el perdón y el amor de Dios por ti. Ten paz porque Jesús venció y tú vencerás. No sigas viviendo en lo que ya Jesús venció y destruyó. Dios entiende por lo que pasas. Jesús en su debilidad no miró la tentación sino la vida. Creeme que vencerás. Oremos: Dios, gracias a Jesús el imperio de la muerte fue destruido. La servidumbre no es lo que nos sujeta. La libertad que tenemos, a través de tu sacrificio, nos permite vivir. Gracias porque como dice tu palabra, "no socorriste a los ángeles..."v.16, sino a nosotros. Sin palabras Jesús, sin palabras ante tal revelación de amor y misericordia. En tu nombre, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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