"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Esta semana se enfatiza, lo que se celebra todo el año, la semana de la mujer. Pudiéramos preguntarnos qué papel jugó Jesús con respecto a ello. Sin ser muy extenso y de manera certera puedo decir que Jesús dignifica la mujer. Las felicito a todas, en particular a mi esposa, mi hija y mi madre.
Juan 8.1-11 Jesús ve en el interior de la persona. Cualquier norma que se utilice para juzgar a la mujer vale para el hombre. Esto es lo que Jesús revela en lo que ocurre con aquella mujer condenada a ser apedreada de acuerdo a la Ley de Moisés. Si se ha de condenar a ella, también al hombre. En nuestra sociedad existe un acantilado de maltratantes que consideran que las mujeres deben ser apilada, como en los tiempos de Jesús. Luego que las insultan, les gritan, incluso las empujan, son capaces de traerles un ramo de rosas para alivianar la relación. No es posible aceptar rosas sin pensar en las espinas. Es abominable que hombres en nuestra sociedad, e incluso en la congregación, lastimen y opriman las mujeres como si fueran sus esclavas. Jesús censuró a los que conocían la Ley porque no conocían la dignidad. Sabían de la Palabra pero no de Dios. NO es viable utilizar la Palabra para manipular la vida de nadie. Si utilizamos la Escritura que sea para dignificar pero no para matar, como lo querían hacer con aquella mujer. Jesús no sostiene su mirada ante quienes quieren quitar humillar y asumir posturas de juicios que no le corresponden. "Pero Jesús, inclinándose hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo...". Es por eso que ya la visión de las cosas no es como se dijo, sino como el nuevo paradigma que Jesús enseña en este pasaje. La Ley fue escrita en piedra y ello no se borra, pero los dedos de Jesús muestran una escritura que da lugar a que el pecado sea perdonado, a que mi dolor sea sanado, a que mi herida sea curada, etc. Jesús vuelve a escribir para hacernos entender que hay un nuevo paradigma a través de él. El perdón como elemento conciliador entre nuestro pecado y Dios dignifica a la mujer y plantea una nueva experiencia para reescribir la vida de aquella mujer. Los que te acusan se han ido mujer así que ya no vivas más en las cuerdas del abuso, del maltrato, de la esclavitud porque Cristo te hizo libre. Jesús no te condena, Jesús te dignifica. Oremos: Dios y Señor que permites que nuestro caminar tenga una nueva oportunidad. Hoy, te pido que guardes la vida de cada mujer puertorriqueña, que si alguna está siendo maltratada tu misericordia y bondad le alcance para que sepa que no es de esa forma que la llamaste a vivir. También reprendo cualquier hombre o animal que esté maltratando o levantando en este momento sus manos o garras sobre una mujer. Lo reprendemos en tu nombre Jesús. Atiende a la viuda, a la mujer soltera, a la desvalida, a la que vive en la calle, a la que no tiene qué comer, a la que está sola, etc. Dios ten misericordia porque nuestra Isla te necesita. Que cada mujer hoy pueda celebrar esta semana con la frente en alto y si alguna no puede celebrarlo porque no se valora, dale valor y dignifícala en este momento. En el nombre de Jesús, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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