"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Yo vi al Señor Sentado ... Isaías
Lo que se desarrolla frente al profeta es una acción extraordinaria. Veía al Señor sentado en su trono. Era una visión inmensa, por el profeta, sino porque allí estaba el Señor. Serafines y querubines rodeaban todo para que el Señor no fuera visto. Su canto hacía estremecer aquel lugar. El profeta se turbó y entró en pánico porque aquel lugar contenía una pureza tal que no creía pudiera salir vivo. Ante ello sintió que la santidad de Dios lo abrazaba y fue perdonado su pecado. Ante ello surge una pregunta: “¿A quién enviaré? ¿Quién irá de mi parte?”. El profeta sintió la presencia de Dios y ello le impulsó a sentirse respaldado por Dios. Su respuesta no estaba cargada de emocionalismo sino de santidad. Dios estaba de su parte y ello le permitió responder: “heme aquí, envíame a mí”. Fue enviado a un pueblo desenfrenado en la dureza de su corazón. Quizás no lo escucharían, pero si Dios lo envío él iría. La marcha del pueblo no puede seguir a la perdición. Dios te ha convocado. ¿Irás? Permite que la Palabra de Dios encarne en tu vida. ¿Cuántos vecinos, amigos, conocidos, has invitado a la Iglesia? ¿Estás viviendo para agradar a Dios? ¿Ven que tu testimonio es veraz? Dios hace la misma pregunta porque hay un pueblo necesitado de esperanza. Hay un pueblo que requiere de salvación. ¿Qué estás haciendo? Este mes de la amistad, a ¿qué amigo/a has llevado a la iglesia? El profeta no se podía quedar con la experiencia en la que Dios había perdonado su pecado porque eso se comparte. ¡Vamos! Trae a alguien a los pies del Señor. Este mes que, llamamos de la amistad y el amor, no dejes de invitar a un amigo, un pariente, etc. Ve con la experiencia que has visto y tenido y hazles saber que no hay por qué seguir lejos de Dios. Dios te perdonó a ti y con los demás lo hará. ¿Irás? Oremos: Dios, Santo y Alto. Tú que eres sublime y habitas con el humilde y sencillo. Tu amor me perdonó. Ayúdame cada día a compartir lo que compartiste conmigo. Quizás no requiere de muchas destrezas invitar a un amigo/a a tu casa de adoración. En tus manos estamos para que me guíes a vivir en ti cada día e invitar a otros a ser transformados por tu Palabra. En el nombre de Jesús, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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