"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Apocalipsis 22.12-14: 12He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. 13Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. 14Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.
Estas son de las últimas palabras de Jesús: “vengo pronto” y en promesa: “mi galardón conmigo”. Cada cual recibirá su recompensa conforme haya hecho. Hay una bendición sobre los que “lavan sus ropas”. El regreso de Jesús trae gozo y felicidad para el creyente pero temor y remordimiento para el que le conoció y se echó atrás. Es el telón del juicio extendido por aquel que es Alfa y la Omega. La recompensa presentada por Jesús solo es Justicia. Cualquier galardón de Dios es simplemente gracia inmerecida. NO podemos dejar que nuestras ropas se ensucien con el pecado de este mundo. Es por medio de la sangre de Jesús que nuestras ropas son lavadas y ello da paso al árbol de la vida. El pecado nos aleja de Dios, nos ensucia, nos hace retroceder de lo alcanzado. Mantengamos nuestras ropas limpias. Lavarlas implica no dejarnos arrastrar por los contaminantes de este mundo. A la presencia de Dios no se podía entrar con vestimentas sucias. ¿Quién las tendrá limpias? Entonces, Jesús, abre ese camino. Jesús, con su sangre, nos limpia de todo pecado. Solo lavados por la sangre de Jesús podemos estar en la presencia de Dios y sentarnos a la mesa. No tendrás mesas en esta tierra pero Jesús te incluyó en la mesa de la eternidad. ¿Dejarás de sentarte a la mesa? Viene pronto y de que viene... ¡Viene! Es tiempo de acercarnos a Dios y no dejar de buscar su presencia porque habrá juicio. ¿Cómo estarán nuestras ropas? Oremos: Dios de la vida. En ti estamos esperanzados. Hoy volvemos nuestro corazón a ti. Lávame con tu sangre Salvador y límpiame de toda mi maldad. Traigo a ti mi vida para ser Señor, tuya por la eternidad... Dios ayúdame al llegar la tentación, la adversidad, el resbaladero, en el día de calor, de múltiples pruebas. Me sostengo en ti. Un día me pagaras conforme a tu justicia. En el nombre de Jesús, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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