Fri, Sep 27, 2013

Ocúpate en la lectura... 1 Timoteo 4,13

Tenemos que vencer muchos prejuicios para llegar a la verdadera lectura bíblica. Leer la Biblia se ha convertido en un remedio para la jornada del día. No está mal, pero la Sagrada Escritura es más que eso. Para muchos es leer textos al azar y utilizarlos de tema todo el día. Esos textos siguen y seguirán siendo una bendición. Muchos de ellos fueron y son parte de la tradición que afirma la creencia del pueblo cristiano.

Sin embargo, esos textos aislados no pueden ni deben reemplazar completamente la lectura bíblica. El texto bíblico no determina la Sagrada Escritura porque la Sagrada Escritura es más que un texto bíblico. Es más que alimento diario, es la Palabra revelada para todos los tiempos. No son textos aislados sino un todo que exige manifestarse como tal. La Escritura contiene una conexión o una relación continua. Es una relación entre AT y NT, promesa y cumplimiento, sacrificio y ley, ley y evangelio, cruz y resurrección, fe y obediencia, don y espera, etc. Es una relación entre Dios y nosotros. Es el testimonio de ese Hijo enviado por nosotros.

Esa relación es la que provoca la nuestra con El. ¿No le da verguenza que tengamos que asumir las lecturas de textos aislados para definir nuestra relación con Dios? Tenemos que conocer lo que leemos. Las Sagradas Escrituras son poco conocida. Esta laguna bíblica debería despertar la lectura en el pueblo cristiano. Creo que muchos cristianos y cristianas prefieren leer textos aislados porque así está su relación con Dios. Si nuestra relación con Dios es de aislamiento así tomarémos todo lo que tenga que ver con él.

Oremos: Señor y Dios. Gracias por revelarte a nosotros. Te pedimos que nos ayudes para que podamos ocuparnos de la lectura bíblica. Sabemos que lo que contiene es bueno para cada uno de nosotros y nosotras. Ayudanos a leerla con la seriedad que se requiere. En el nombre de Jesús, amén.