"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
1 Pedro 1.6-7 6 Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aun cuando tengan que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. 7 Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo. [1] Las grandes pruebas de la vida no son más grande que el propósito de Dios. Las pruebas solo revelan el carácter de nuestra fe. Cuando los gritos de la prueba nos sacuden el alma la esperanza de la gloria y honra en Jesucristo grita más fuerte. Aunque estés en sufrimiento o tristeza hay aguardada para ti una alegría inigualable. Tú estás siendo probado por Dios y tu fe será fortalecida. Serás mejor cristiano/a en la medida que entiendas que esto es por un tiempo breve y que tendrá como resultado una fe viva. Tu fe será más hermosa que el oro mismo. La prueba de tu fe revelará tu perseverancia. La prueba hará que te tambalees pero te hará más fuerte cuando te levantes. Aunque estés afligido por un poco de tiempo, ¡Alégrate! El regocijo es permanente y la prueba momentánea así que Gózate aunque no entiendas en el propósito de Dios. Los quilates de tu fe serán mostrados en la resistencia de las pruebas. Nuestra esperanza en Cristo es más fuerte que cualquier situación. No me detendré a causa de situaciones temporales porque lo que Dios tiene no se compara con ninguna bendición terrenal. Hay algo que me aguarda y es la esperanza de la salvación en quien he creído pero no he visto y he amado aunque no le he contemplado. Tu prueba aquilata tu fe y saldrás más brilloso/a. Resiste y verás que la mano de Dios nunca te dejará si crees. Oremos: Dios bueno. Grande es tu misericordia y más grande que el mar, el cielo y las estrellas. Tu justicia alcanza las nubes y tu gloria cubre la tierra de conocimiento. Me alegro, me regocijo, me esperanzo en ti aunque la prueba sea mi realidad. Tú eres mi ayudador y confío en que no te dormirás sino que me guardarás de todo mal. En tus manos estoy, amén. [1] Nueva Traducción Viviente. (2009). (1 P 1.6–7). Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc.
0 Comments
Leave a Reply. |
AutorPastor José Báez Báez Categorías
All
Archivos
September 2017
|