Estad quietos/quietas

Sal 46.10 "Estad quietos y conoced que yo soy Dios..." (Dios, siempre, tiene algo que decirnos)

Hace unos días atrás les citaba a Moisés y al pueblo. Este le decía al pueblo que "estuvieran tranquilos". Los días modernos traen confusión al creyente y a cualquiera. Son días de crímenes por doquier.

Días de mucha incertidumbre. Una de nuestras reacciones ante la adversidad es escapar. Muchos salen corriendo del país. Solo han evadido la situación ya que en otros lugares encontrarán los mismos síntomas. Nuestras acciones deben estar ancladas en la fe de la Palabra Divina. "Estad quietos/quietas" es una expresión de esperar. ¿No te gusta esperar? Lo siento, tienes que estar quieta/quieto y esperar. Nuestra fe se nutre de la espera y la confianza en Dios. El salmista decía: "Espera en él y él hará". Esperar es resistir, es aguantar, es no darte por vencido/vencida. Es confiar en su promesa y no temer. El temor es un espíritu que destruye la confianza. Cuando estamos quietos/quietas y no tomamos las cosas en nuestras manos, nuestra confianza se levanta y conocemos que Dios es Dios. No podemos seguir queriendo ser Dios. Tus situaciones deben rendirse a Dios y postrados ante su presencia le conoceremos. "No te impacientes", no trates de solucionar las cosas a tu forma. Deja que Dios haga. Si dejas a Dios hacer los resultados serán mejores que los tuyos. Es tiempo de hacer silencio y permitirle a Dios que sea él quien dirija cada uno de nuestros pasos.

¿De acuerdo? Jesús dijo: "Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz..." Juan 16.33

Oremos: Señor y Dios que nos cuida. Delante de ti están nuestras inquietudes. Ayuda a que nuestro corazón no se turbe en este tiempo en que vivimos. Estaremos esperando y confiando en ti porque creemos que tú harás. En tu nombre, amén.