"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Por mucho tiempo se ha buscado un culpable para lo que ocurrió el huerto. De igual forma pasa en los matrimonios. Buscamos a quien echarle la culpa cuando la culpa es compartida. Así como nos declaramos que amamos a nuestras/os esposas/esposos, también asumamos lo que ocurre. El problema es que no queremos sentirnos culpables por lo que nosotros/nosotras hemos hecho. Lo que ocurre en nuestros hogares no ha sido un asunto de hoy para mañana, sino un proceso lento. Adán y Eva no asumieron su responsabilidad. Eva cae, Adán cae y luego Adán se excusa ante Dios: "La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí", Gen 3,12. Las expresiones de Adán en este relato le hacen la víctima. Casi nunca los hombres son culpables de nada en sus hogares. Déjeme decirle que realmente somos más culpables de lo que creemos que somos. Oiga esto, casi siempre cuando nuestras esposas vienen a hablarnos, no le hacemos caso. No ha dicho usted: "Ya vienes con lo mismo", "hablamos de eso después", "no puedes hacerlo tú", "déjame tranquilo", "me voy". Sabe que esas expresiones son símbolo de que su matrimonio está teniendo problemas de culpabilidad y no se asumen. Por otro lado las esposas dicen: "vamos a hablar", "es que tú no me ayudas", pero "viste los nenes", si tiene, "limpiaste lo que te dije", etc. Si en resumen está pasando por estas situaciones créame que tendrá problemas serios muy pronto. La mayoría de los esposos y esposas que no se escuchan en sus propias casas al salir al trabajo, "se desahogan con otros/otras por que en sus casas no le escuchan". ¿Sabe que está cavando su propia fosa de entierro? Estas dinámica se dan en las dos direcciones, es decir de mujer a hombre y hombre a mujer.
¡Vamos!, varones no responsabilicemos a las mujeres de lo que ocurre en nuestros hogares. Déje de estar buscando culpables afuera cuando no puede ni ayudar en la casa. Si se casó no pretenda vivir como joven sino como esposo. Caballeros y Damas no olviden que ambos son pastores de su hogar. Si ustedes no se pueden pastorear el uno al otro, entonces, no culpen a los hijos. ¿Dónde está Dios en su relación? ¿Qué les pasa? Por favor, ore con sus hijos antes de acostarse, al levantarse para llevarlos a la escuela, si ya están adultos no deje de presentárselos en oración al Señor. Otros esposos no dejan ni que sus esposas vayan a la Iglesia, les acusan de "santitas", de "pandereteras", de "tener algo en la Iglesia". Deje de estar justificándose y ponga a Dios en el centro de su corazón y esos pensamientos póngalos en las manos de Dios. Dios quiera que siempre mi esposa esté en el templo adorando a Dios y no en la calle. Asuma su responsabilidad y no haga como Adán que me parece que dejó sola a Eva. Vaya con ella al templo. Lo que ocurra en su casa depende de ambos. Evite los conflictos y desastres. Deje a Dios obrar en su corazón. Dios quiere que resistamos, proteja a su familia, manténgase protegido en la presencia de Dios. Esté alerta de las insinuaciones y ataques del enemigo. Si hay pecado, confiésese ante Dios que él le perdonará. Oremos: Señor Jesús, nuestra familia está en tus manos. Volvemos a colocar en ti todo lo que somos. Nuestras esposas, nuestros esposos, nuestros hijos. No permitas que rencores y problemas sin resolver se roben lo que tienes para nosotros. Si tú estás en nuestra familia, aunque nos falte cualquier cosa, lo tenemos todo. En tu nombre, Amén.
1 Comment
Alicia Archilla
21/10/2013 12:47:51 am
Excelente!!! Dios les bendiga!!
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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