"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
1 Crónicas 14.8-11
En una ocasión, los filisteos "buscaban a David". La razón de esta persecución fue porque David "había sido ungido". Los filisteos arremetieron contra David y David "salió contra ellos". Los filisteos se apoderaron de todo el valle Refaim. Sin embargo, David, le preguntó a Dios ¿subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Dios le contestó: "Sube porque yo los entregaré hoy en tus manos". Y "allí los derrotó David". El enemigo siempre estará tras de ti y no te dará tregua. ¿Por qué el enemigo la tiene contra ti? Simplemente porque eres un ungido de Dios. Es decir, que has sido separado y consagrada para Dios. Eso molesta al enemigo porque sabe que no puede tocarte. Le perteneces a Dios. ¿Lo entendió? Le perteneces a Dios. Es muy probable que no comprendas el ataque del enemigo porque no sabes a quien perteneces. Enfrenta al enemigo, pero pregunta a Dios si esta batalla es para que la pelees. David preguntó y Dios le dijo que sí porque los entregaría en sus manos. Cuando Dios da el visto bueno la victoria es tuya. Consulta a Dios. No te dejes amedrantar por el enemigo. Dialogando con Dios encontraremos las respuestas de nuestras batallas. Dios no permitirá que batalles en vano. El resultado de tus batallas no está en las manos del enemigo sino en las manos de tu Dios. Oremos: Dios de toda victoria. No importa el nombre de nuestro enemigo si sé cuál es el nombre de mi Dios. A ti confío mis batallas y no subiré a ellas si no me das la victoria. Te pertenecemos a ti y contigo batallaremos. Saldremos en tu nombre y tú nos darás la victoria. No temeré lo que me pueda hacer el enemigo porque tú estás conmigo. Gracias Dios. En tu nombre, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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