El temor a Dios

"El principio de la sabiduría es el temor a Dios...", Prov. 1.7.

El temor no es el sinónimo del miedo, la angustia o la desesperación de creer a Dios. En la antigüedad se tenía miedo a los dioses caprichosos. Este concepto de temor es reverencial. Es un temor de cuidado. Es el temor que tenemos por ejemplo en no tocar la hornilla porque nos podemos quemar. Fíjense en el concepto "principio" que tiene lugar como fundamento. Hablar de principio es destacar el inicio de algo, es el fundamento, es lo que da paso a lo siguiente. Quien sigue el principio del temor a Dios tiene como consecuencia la sabiduría. Esa sabiduría es el fundamento. El arte de vivir en la confianza y la fe de la palabra de Dios resulta siempre en beneficio del ser humano. Tener a Dios es el principio de aquello que nos ayudará en la vida cotidiana.

Oremos: Dios de toda sabiduría. Señor que guías y sustentas. Ayúdame a no ser un insensato. Tú palabra siempre me conduce por el buen camino. En el nombre de Jesús. Amén.