El quebranto

Quienes hemos sido quebrantados sabemos que hay ocasiones que nos sentimos que no podemos aguantar más. El Espíritu Santo "quebranta nuestro ego y nuestra voluntad para que pueda reflejar a Cristo" (Contreras, S. 2012). "De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto" (Juan 12.24). Recuerdo cuando niño ir bajo un árbol de almendras y con dos piedras tratar de reventarlo hasta que encontrara la almendra. Le daba de golpes y golpes hasta que por fin encontraba la ansiada semilla que me comería en solo fracciones de segundos. Aquella dura cáscara necesitaba muchos golpes para romperla y encontrar la almendra. Aquella semilla era la vida, era lo que protegía la cáscara. Aquella cáscara fue quebrantada, partida, despedazada, desmenuzada, etc. ¿Te sientes así? ¿Consideras que andas recibiendo golpes sin cesar? Me parece que estás en la escuela del quebrantamiento. Esos golpes harán que nada en ti esté oculto. Serás tal cual eres. Las dolorosas experiencias no serán para detener tu vida sino para mirar a través de ellas la mejor manera para vivir. Haz que muera en ti el ego, la soberbia, la enemistad, el odio, el rencor y todo aquello que no te deja llevar fruto. Si no dejas que eso caiga a tierra y muera quedarás solo o sola. Sin embargo, si eso muere llevarás mucho fruto. Quien está en el taller de Jesús sabe que tendrá que morir para nacer de nuevo. Permite que las manos de Jesús te lleven en medio de tu quebranto y saldrá de ti el mejor fruto que exista.  

Oremos: Señor Jesús. Muchas cosas han de darme esperanza, pero ninguna se compara con la de volver a nacer. Hoy me rindo a ti y me postro en tu presencia. Rómpeme, límpiame y quebrántame para que muera en mi lo que no me deja llevar el mejor fruto. En el nombre de Jesús, amén. 



Algunos aspectos son del libro: Contreras Galeano, Serafín. Líderes de papel con pies de barro, Buenos Aires, Argentina: Ed. Desafío, 2012.