"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
Estaba mirando al mar y solo el horizonte detuvo mi mirada. De repente el viento comenzó a refrescar el lugar, y a la vez, provocar que un “múcaro de plástico” que estaba en el balcón diera golpes en la columna de la cual se sostenía. El “múcaro de plástico” tiene unas funciones en la casa. Evita que aves que puedan anidar en el balcón se acerquen confundiéndolo con uno de verdad. Las aves pudieran ver que el “múcaro de plástico” se mueve y no permiten que aniden.
Perdí la mirada en el mar concentrando mi vista en el mover del múcaro. Las función de cuidar la casa de cualquier ave me pareció excelente. Pudiéramos pensar que muchas personas utilizan algunos artefactos para cuidar de su vida. Algunos utilizan amuletos de la suerte, otros alguna prenda familiar, etc. Algunos pudieran utilizar un “múcaro de plástico” para evitar que las aves hagan nido en sus vidas. Hermanos de la vida, realmente, nada es como parece. La vida no puede cuidarse con objetos que parecen de verdad. La vida no puede tener “múcaros de plásticos” ya que solo aquello que es verdadero puede hacerle continuar. Mis ojos se distrajeron por un instante del hermoso horizonte, pero solo tuve que cambiar de posición para seguir mirando el mar. Te exhorto a que cuides tu vida con oración, sin descuidar la Palabra Bíblica y el ayuno. Es tiempo de que cambies de posición y sigas mirando a donde Dios quiere. No dejes que algo simple distraiga tu mirada. Es momento de levantarte y asumir una posición que fije tus ojos al horizonte. Cuida tu vida, pero no con “múcaros plásticos” sino con aquel que prometió estar todos los días contigo. No dejes que las distracciones perturben tu mirada. No olvides a Pedro quien solo un momento de duda hizo que se hundiera. Aférrate a Dios y no dejes de mirarle y si algo obstruye tu mirada, levántate y cambia tu posición. “Por lo cual estoy seguro que… nada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”, Romanos 8.38-39. No dejes que un simple “múcaro de plástico” quite tu mirada del horizonte. No dejes que tu mirada se pierda por dudas, angustias, tribulaciones, o cualquier otra adversidad. Mantente mirando a Dios y jamás se perderá tu mirada. Oremos: Dios y Padre de la vida. En ti está mi vida y mi familia. Nada podrá separarme del amor que es en Cristo Jesús, Señor nuestro. En tu Nombre afirmaré mi mirada y cambiaré mi posición para seguir hasta donde tú me lo permitas, en el nombre de Jesús, amén.
1 Comment
Ana Nieves.
13/7/2016 05:14:12 pm
Hermosa reflexión, inspirada por un mucaro plástico.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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