El hijo de Amitai y la voluntad de Dios

Jonás 1

//Se acuerdan de ese cántico que decía:

Jonás no le hizo caso a la Palabra de Dios

Por eso al mar profundo la gente lo tiró

y vino un pez muy grande cataplún se lo tragó

porque no le hizo caso a la Palabra de Dios.//

Huir de Dios no es una solución a lo que Dios nos ha encomendado. Si Dios te ha llamado no huyas porque tarde o temprano nos persuade. Ni la rebeldía, ni la huida permiten que la vida sea mejor.

1. La voluntad de Dios y la nuestra

El mandato de Dios fue inminente, "levántate y ve a Nínive". Ese era el acto de obediencia que Jonás debió seguir, pero se "levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis". Jonás fue capaz de pagar para huir de la presencia de Dios. ¿Usted también? ¿Serías capaz de comprar un pasaje porque Dios te dio una orden y no quieres cumplirla? Es posible que Ud. tenga el mismo problema que Jonás y es que los planes de Dios no coinciden con los tuyos. Está todo bien con Dios hasta que Dios nos dice que hagamos algo para él. Su dulce relación se acabó. Era una relación condicionada a la voluntad suya y no a la de Dios. ¿Verdaderamente su relación con Dios depende de si le dice algo o no? Jonás huyó ¿y tú?

2. Dios insiste, responde

Si Dios puso sus ojos sobre nosotros/nosotras si huimos lo que hagamos, todo, será consecuencias de la desobediencia.  

a. Se levantaron vientos

b. llega el temor

c. y el riesgo de perder la vida

Dios le había convocado a que hablara su Palabra . Jonás se resistió y las consecuencias le llevaron a lo profundo de la mar. Si Dios te ha hablado puedes pasar por cosas similares. Dios no nos deja, pero respondamos reconociendo que lo que nos ocurre es porque nuestras malas dediciones nos llevan a riesgos, en la vida de otros, como en la vida nuestra. La insistencia de Dios sobre Jonás es porque somos importantes para Dios y nos escogió a nosotros.

Oremos: Señor y Dios de los vientos y el mar. Tu palabra obedeceré y caminaré siempre en tu voluntad. No me dejes ni me deseches. Te necesito y quiero cumplir tu palabra. Guíame y guárdame. En tu nombre, amén.