"un ca-fe
con dios"
Rvdo. José L. Báez báez
El Camino de Santidad
Isaías 35.8 “Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad”. El cuadro es un camino que se eleva por encima de la ciénaga que lo circunda; el mundo. Sabemos que el camino es estrecho y penoso pero no quiere decir que no sea posible caminarlo. Es un camino que se camina en santidad. El caminar es separado para Dios y guardados para él. El creyente aunque conozca al Señor si quiere andar por este camino debe confesar su pecado y ser limpio del mismo. “Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”, Jeremías 29.13. El camino de Santidad levanta al horizonte, ceñuda, desairada, y áspera… la cruz. En ella reconocemos que somos sus seguidores. En ella negamos cualquier aspecto de inmundicia en nuestras vidas para vivir en santidad. En la cruz hay un antes y un después en nuestras vidas. No podemos ser los mismos caminantes una vez tomamos la cruz. Cuando tomamos la cruz es necesario vivir de rodilla para que podamos caminar en este camino estrecho. NO podemos vivir con actitudes de dura cerviz porque esa era la queja de Dios hacia su pueblo. Adán y Eva pretendieron ser como dioses y se extraviaron del camino de la Santidad. Dios nos lleva en Jesús al pie de la cruz donde se sujeta toda voluntad humana. Lugar en el que experimentamos el verdadero quebrantamiento. Ahí, al pie de la cruz, afirmamos, sea tu voluntad y no la mía. No digas que es un camino imposible porque ya Jesús lo posibilitó en la cruz y lo expandió en la resurrección. Oremos: Dios, tu eres Santo, Santo, Santo. Tu santidad nos interpela y nos llama. Ayúdanos a vivir en ella y hacer tu voluntad. Hemos tomado tu cruz y te seguimos. Seguir tu caminar Señor sin desmayar es lo que hace que viva esperanzado. Cual sea la circunstancia que esté viviendo nada se compara con la experiencia de vivir contigo. En el nombre de Jesús, amén.
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AutorPastor José Báez Báez Categorías
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September 2017
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